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jueves, 29 de julio de 2010

DIARIO DE CAMPAÑA DEL CHE HACIA LAS VILLAS

VILLACLARA
DIARIO DE CAMPAÑA DEL CHE
LA INVASIÓN DE LA COLUMNA 8 A LAS VILLAS





Iniciamos el relato con:

ORDEN MILITAR

Se asigna al Comandante Ernesto Guevara la misión de conducir desde la Slerra Maestra hasta la provincia de Las Villas una columna rebelde y operar en dicho territorio de acuerdo con el plan estratégico del Ejército Rebelde.

La columna No. 8 que se destina a ese objetivo llevará el nombre de "Ciro Redondo" en homenaje al heroico capitán rebelde muerto en acción y ascendido postumamente a Comandante.

La columna No. 8 "Ciro Redando" partirá de Las Mercedes entre el 24 y 30 de agosto. Se nombra al Comandante Ernesto Guevara, jefe de todas la unidades rebeldes del Movimiento Revolucionario 26 de Julio que operen en las provincia de Las Villas, tanto en las zonas rurales, como urbanas y se le otorgan facultados para recaudar y disponer en gastos de guerra las contribuciones que establecen nuestras disposiciones militares, aplicar el Código penal y Las Leyes Agrarias del Ejercito Rebelde en el territorio donde operen sus fuerzas, coordinar operaciones, planes, disposiciones administrativas y de organización militar con otras fuerzas revolucionarías que operen en la provincia, las que deberán ser invitadas a integrar un solo Cuerpo de Ejército, para vertebrar y unificar al esfuerzo militar de la Revolución; organizar unidades locales de combate y designar oficiales del Ejército Rebelde basta el grado de Comandante de Columna.

La oolunna No. 8 tendrá como objetivo estratégico batir incesantemente al enemigo en el territorio central de Coba, e interceptar hasta su total paralización los movimientos de tropas enemigas por tierra desde Occidente a Oriente, y otros que oportunamente se ordenen:

Fidel Castro Ruz
Comandante en Jefe,
Sierra Maestra,Agosto 21/58. 9.0O p.m.



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DIARIO DE CAMPAÑA DEL 27 DE AGOSTO AL 14 OCTUBRE 1958.
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Ago.-27. Estamos acampados en las cercanías del Jíbaro, próximo a Purial de Jibacoa, Manzanillo, Oriente, esperando un avíón que habrá de arribar con pertrechos.

Ago.-28. En las últimas horas de la tarde aterriza, nos trae 20,O00 cápsulas, casi todas, calibre 30.06; en el llega el Dr. Raúl Chivás que se quedará. Cuando los jeeps están cargados la aviación enemiga nos ametralla hasta la Madrugada, como nuestro avión, está imposibilitado de elevarse procédemos a quemarlo.

Ago.-29. Estamos en Cayo Espino;el Ejército que tiene bloqueado todos los caminos nos ha tomado dos camionetas con los víveres y la gasolina. Decidimos continuar a píe.

Ago.-30. Bajamos por el caminó de Jibacoa con dos horas de retraso con nuestro plan llegando al amanecer a la finca La Orilla.-

Ago.-31. Marchamos por los terraplenes hasta "Roque y Alvarez" donde nos proveemos con tres camiones de mercancía.

Sep.- 1. Hoy atravesamos la finca Cayo Grande situada en el Término de Bayamo, comienza a azotarnos las primeras ráfagas del ciclón; los aguaceros son torrenciales, lo que imposibilita que los camiones avancen más rápidamente, a menudo se atascan y tenemos que auxiliarnos con los tractores. Al fin tenemos que dejar los camiones y seguimos a pié.

Sep.- 2. Atravesamos la arrocera Tunas de Juajacabo; el Capitán Manuel Hernández sostiene un paso tan vigoroso con su vanguardia que perdemos el contacto. El Cauto, enormemente crecido lo detiene y nos reúne.

Sep.- 3. Por la mañana comenzamos a cruzar el río, tenemos que abandonar los caballos que traemos, pero los campesinos de la otra orilla nos regalan los suyos. Manteniendo bastante buen paso cruzamos la Colonia Río Salado y llegamos a las márgenes de este río que encontramos henchido hasta los bordes.

Sep.- 4. Empléanos todo el día en cruzar el Salado; un nuevo práctico nos guía en una larga jornada hasta la Concepción, donde nos encontramos a el Comandante Camilo Cienfuegos y a su columna.

Sep.- 5. Los torrenciales aguaceros están dificultando nuestra marcha y a pesar de que el equipo es nuevo algunos de nuestros hombres han perdido ya los zapatos; hemos conseguido algunos caballos y cruzamos la arrocera Concepción; transportamos las mochilas y las armas pesadas y el parque a los caballos.

Sep.- 6. Al amanecer acampamos en la arrocera "Leonero" donde sentamos las bases de un sindicato obrero que los propietarios jamás habían permitido.

Sep.- 7. La lluvia es tan inclemente que apenas podemos avanzar a lo largo de la finca "La Bahía". La tropa está tan agotada que nos obliga a buscar caballos, éntranos y cruzamos la arrocera Bartle y esa misma noche decidimos cruzar el río Jobabo, que como los anteriores está a punto de desbordarse. Una vez cruzado el río acampamos en la finca "El Verraco", en tierras del Municipio de Guáimaro, provincia de Camagüey.

Sep.- 8. Penosamente seguimos la marcha hacia Las Villas, casi todos nuestros hombres están descalzos y con los pies tan hinchados que decidimos tomar camiones para transportarlos.

Sep.- 9. Hemos estado viajando toda la noche hasta la madrugada cuando el segundo vehículo estaba entrando en "La Federal" nos avisan que la vanguardia ha caído en una emboscada del Ejército; envío toda la impedimenta a un bosquecito cercano y nos replegamos tendiendo una emboscada con la bazooka muy bien emplazada.

Los exploradores me Informan que los soldados son pocos y decidimos atacarlos. El Cmdte. Ramiro Valdés, me avisa que el enemigo se ha parapetado en la casa de vivienda del ganadero Remigio Fernández cuando llego el Capitán Angelito Frías y los Tenientes Rogelio y Enrique Acevedo con sus pelotones han fijado al enemigo y personalmente se están filtrando dentro de la casa, la que tomaron haciendo tres prisioneros y trasladando cuatro soldados muertos en la acción, otro soldado escapó.

Ocupamos todas las armas y abundante parque. Durante la primera parte de la acción, en la emboscada fue herido el capitán Hernán Frank y muerto el Capitán Marcos Borrero, uno de los mejores hombres de nuestra columna, valiente hasta la temeridad, como lo demostró en cien combates.

Fue herido el Teniente Enrique Acevedo por una bala que le atravesó ambos brazos y el Capitán Ángel Frías que se disloca un tobillo cuando saltó desde gran altura dentro del parapeto donde se resguardaban los soldados. Una hora después llegaron varios camiones con refuerzos, al medio día, cuando la aviación comenzó a bombardearnos nos retiramos a un montecito.

El Ejército decide atacarnos y lo recibimos con un fuego tan bien combinado de los Garants y las ametralladoras causándoles numerosísimas bajas, las que no pudimos precisar. Una avioneta que sustituye en sus ataque a la infantería del Ejército es alcanzada por nuestro fuego y derribada en las cercanías del Central Francisco.

No podemos quedarnos aquí los exploradores han encontrado un paso y a las seis emprendemos la marcha en una accidentada y penosa jornada que nos llevará hasta la finca "Laguna Grande" donde acampamos junto a Camilo Cienfuegos. En la acción de la "federal" perdimos a otro de nuestros más valiosos hombres defendiendo como un centauro la posición que sé le confió; en tierra camagüeyana dejamos los despojos de ese valiente que la Historia recordará como Dalcio Gutiérrez.

En "Laguna Grande" nos vimos envuelto en una pavorosa plaga de mosquitos, tan densa que si abríamos la boca se nos colaban dentro de ella, dormimos totalmente arrebujados para soportar mejor el ataque de los despiadados insectos.

Sep.-lO. Conseguimos algunos carros que cedemos a Camilo, el cual nos traspasa sus caballos, con ellos empréndenos una larga jornada en la que ponemos a prueba la fe, porque apenas si queda resistencia física y dejamos atrás la finca "La Faldriguera".

Sep.-ll. Apenas si podemos avanzar, la rudeza del camino y las condiciones físicas de la tropa apenas nos permiten alcanzar a la finca "El Junco", en el término de Santa Cruz del Sur.

Sep.-12. Otra jornada durísima la de hoy, tenemos hambre y sed y las armas pesan como si fueran de plomo, solo tuvimos fuerza para llegar a la finca "San Miguel".

Sep.-13. No tenemos práctico, lo esperamos hasta las once, hora en que decidimos salir con la incertidumbre de no saber lo que nos esperaba delante. La vanguardia ha descubierto al enemigo y nos pasa el aviso y enseguida se oyen los primeros disparos, decido retirarme a una ceja de monte en la finca "Forestal" y nos atrinchéranos hasta ver lo que teníamos delante; peleamos todo el día contra el Ejército mientras dos B-26 dos P-47 y un DC- 3 nos sometían a un terrífico bombardeo; mientras esto ocurría miraba al Capitán Frank, norteamericano que luchaba por la misma causa noble y justa que nosotros, mientras la tierra retemblaba alrededor de nosotros con las bombas lanzadas por los aviones que en préstamo y arriendo ha ofrecido al Tirano su propia Patria.

Una bomba estalla junto al aguerrido Juan Hernández y apenas si tenemos tiempo para darle sepultura; una bala nos hiere al Capitán José Ramón Silva. Fracciono la columna y en una maniobra de engaño burlamos a las nutridísimas fuerzas del Ejército. Acampamos en un marabusal y al hacer el recuento de nuestros hombres nos faltan once y un pelotón extraviado que no hemos podido localizar.

Sep.-15. Permanezco acampado en el mismo lugar donde los pelotones se nos van reuniendo; el pelotón extraviado ya ha sido localizado, resta que se nos incorporen diez hombres, nueve de ellos han sido localizados y uno parece definitivamente perdido. (Con posterioridad se ha sabido que se encuentra en Camagüey peleando con una guerrilla que ha formado, es posible que extraviado se senté y el terrible agotamiento de dos días sin comer ni dormir le venció por el sueño.

Sep.-16. Pasamos por la finca "Hevia", un práctico campesinos -de la zona se nos une, (generosa clase sin cuya fidelidad e hidalguía no hubiéramos pedido subsistir la tropa no puede más. Estragada, famélica, los pies sangrantes que de tan hinchados no les caben en los zapatos, están ahí derrumbados porque ya de la noble carne sólo queda vida en los ojos que me miran como una pequeña lucecita desde las profundidades de las cavernas, camino por entre ellos sintiendo un deseo ferviente de abrirme las venas para llevar a sus labios algo caliente que no han probado en tres días, de no comer, ni dormir. Cuando el nudo que atenacea mi garganta cede, les hablo. Y el espíritu que alienta en esta brava generación de cubanos vivifica con la generosidad esplendorosa y los cuerpos se van levantando, tambaleantes bajo el peso-agobiador de las mochilas, las armas y los pertrechos, un prisionero se nos ha escapado.

Salimos como pódenos rumbo a Remedios en manos de este, buen campesinos que nos guía y alienta. Allí nos abastécenos en la tienda, seguimos y acampamos en un marabusal. Habíamos burlado al Ejército, pero sabíamos que él mismo nos se guía el rastro muy de cerca.

Sep.-17. Hoy atravesamos la finca "La Victoria" y acampamos en un lugar protegido. Camilo nos ha dejado noticias de su ruta y nos deja aviso de que nuestros nueve hombres están con él. Una patrulla Investiga algo sobre que una barca carbonera nos puede llevar por vía marítima y vuelve con la noticia de que no hay tal barca y que el Ejército se nos está encimando mucho.

Sep.-18. Crúzanos la finca "San Fernando." y acampamos en "Laguna de Guano". Sep.-19 Marchamos hoy cuatro leguas atravesando la finca "San Nicolás"; nos informan que el Ejército a acantonado tropas sobre nuestra ruta. Acampamos y envió exploradores.

Sep.-20. Los exploradores nos traen noticias de que hay numerosas tropas delante. Permanecemos acampados reponiéndonos y escuchamos por la radio la entrevista que el General Francisco Tabernilla, Jefe del Estado Mayor del Ejército, ofreció a la prensa nacional e internacional, donde informó haber destruido a nuestra columna ocasionándole más de cien muertos y numerosos heridos dispersando al resto, habiéndose presentado a sus fuerzas" más de un centenar de rebeldes. Que un sargento informe a un superior inepto tantas mentiras puede pasar) (Pero que todo un Ge-general del Ejército escenifique a bombo y platillo tamaña falsedad nos deja asombrados). Oír por la radio la noticia de saberse muertos fue acogida por mis hombres con una sonora carcajada, pero quedé muy preocupado por sus familiares. La irresponsabilidad de un General nos sirvió admirablemente para tonificar el espíritu de nuestra columna, “la moral de golpe y porrazo subió el topé" alguien brocea que le ha salido una "Verruguita" y otro apunta, "Che, mí jarro acaba de soltar el fondo". Con la alegría del momento dispongo la marcha y de un tirón lléganos al río San Pedro" o Santa Clara, en el Término de Camaguey.

Sep.-21. Estamos encontrando muchas dificultades para obtener buenos prácticos. Los campesinos de estas zonas son peones de los ganaderos que mantienen grandes haciendas cuya administración es llevada a cabo como la de los señores de Horca y Cuchillo. Conseguimos un práctico que de mala gana nos lleva a las orillas del río Duran, o Altamira, acampamos en la finca Ojo de Agua y comemos vaca asada.

Sep.-22. No tenemos prácticos, sin ellos atravesamos la finca "Arizona" y acampamos en "Chicharrones". Se nos une un práctico que nos indica que está cercana la línea férrea y que nos recomienda no la crucemos.

Sep.-23. Al anochecer el práctico nos guía y cruzamos la línea. Sin novedad, dejamos al Ejército muy atrás y acampamos en las márgenes del río "Las Yeguas", en terrenos de la finca "Cimarrones".

Sep.-24. Entramos en la finca "El Colorado", en el término de Florida y acampamos en un monte. Sep.-25. Descansamos todo el día y las noche en un monte en la finca "Los Güines"; el Ejército y la Marina han estado bombardeando con tiro de afinan los lugares en que suponen estamos acampados.

Sep.-26. Por la mañana no aparece el práctico y permanecemos a campados. No hemos comido nada hoy. Alguien tumba una palma y comemos palmito. Es dulzón.

Sep.-27. Urgentemente levantamos el campamento, un peón nos vio y escapó corriendo, hemos marchado todo el día y la noche presumiblemente por la arrocera "Aguilera"; lo único que henos comido en todo el día fue un poco de gofio con leche.

Sep.-28. La vanguardia entra y ocupa el batey de la finca arrocera "Aguilera" donde nos abastecemos de mercancías y comemos. Acampamos en un monte cercano.

Sep.-29. El práctico no sabe donde estamos, presumiblemente saliendo de la finca "Cayo Toro". La avioneta que trata de localizarnos nos obliga a descansar nos estamos metiendo en aguas pantanosas férrea, la que hemos abordado oblicuamente, oimos un disparo y nos internamos en la ciénega, después supe que fue hecho por el Teniente Rodríguez desde nuestra retaguardia para contener a las fuerzas del ejército que corrían a lo largo de la línea férrea para interceptarnos. Dormimos dentro de cenagales.

Sep.-30. Avanzamos por dentro de la ciénega dos kilómetros, a lo largo de la línea férrea, Acampamos con el agua a la rodilla. Llevamos dos días sin comer y tiritamos del frio, bebemos de esta agua pestilente que es nuestro único alimento. Las torturas que estamos sufriendo son espantosas. Envio exploradores que nos traen la noticia que todo el terraplén del ferrocarril es una línea de fuego.

El Teniente Rogelio Acevedo, que es un excelente nadador sale a inspeccionar la vía nadando por la laguna. A su regreso me informa que un gasear pasó dejando provisiones a los soldados apostados a cada cincuenta metros, pero que al llegar al borde de la laguna partió sin hacer más paradas; nada hasta allí e inspeccionó la línea. Estaba desguarnecida.




Oct.-l. A las 5:00 pm. Reúno a los capitanes explicándoles las precauciones extremas que tenemos que tomar para cruzar la línea. El Capitán Manuel Hernández, con la vanguardia, cruza la laguna y toma la línea emplazando las ametralladoras para proteger nuestro paso; avanzamos despaciosamente, tratando de no hacer ruido, pero el chapoteo parece el de una tropa de elefantes.

Estamos sólo a 50 metros de las líneas enemigas de la ultima posta una voz atruena la noche: ¡Quien vive!, la columna se detiene hundidos en el fango hasta los tobillos y el agua a nivel del cuello, las manos en alto protegiendo las armas y el parque; no podemos resistir la posición más de tres minutos y ordeno la marcha. Cruzamos. Vamos a acampar a un cayo donde dormimos metidos en el fango.

Oct.- 2. Llevamos tres días sin comer, dormir, sólo nos mantiene en pié el espíritu. Si salimos adelante será por que mís hombrea tienen ana matería que los sublimiza en las situaciones más difíciles. Por el carnicero de Baraguá nos informamos que las tropas se han retirado del Central, como necesitamos medicinas urgente "alguien" de la reglan se ofrece para traérnoslas. El avión explorador que constantemente nos ha estado buscando aterriza en la pista del Central y cinco minutos después se eleva nuevamente dirigiéndose directamente hasta nuestro monte, ordeno una retirada a paso forzado para un lugar mas seguro y espéramos la visita de los B-26 que no se hacen esperar, bombardeando y ametrallando sin piedad la zona.

Lo único que sufrimos fue el cansancio que nos causó la violenta retirada. El chivatazo fue evidente, pero no tenemos la seguridad de cual de las dos personas lo dio. Salimos por la noche caminando por una laguna cubierta de hojas de cortadera las cuales destrozaban los pies tumefactos y ya insensibles de los que iban descalzos, Acampamos en un cayo de monte y dormimos entre el fango.

Oct- 4. Salimos a tierra firma y atravesamos potreros llegamos hasta el Palenque donde el Ejército estuvo atrincherado aguardándonos hace unos días y desde aquí partimos rumbo a la finca "Rosa Liberal" bajo un temporal inclemente. ¡Como si nuestras penalidades y sufrimientos no nos hubieran llevado hasta el límite de nuestra resistencia! Manuel que fortaleza gigante con sus bravos hombres ha tomado el batey de la finca y al fin comimos, ¡y como comimos! después de cuatro días de beber solo agua con fango.

Oct.- 5. La mazamorra nos ha infectado los píes a todos. Como el temporal está en todo su apogeo descansamos. Dormimos con los pies más altos que la cabeza para que se descongestionen y baje la hinchazón, así de golpe y porrazo, después de horas de estar en esa posición podemos meterlos en los zapatos, los que tienen zapatos. A pesar del descanso 10 hombres no pueden caminar, conseguimos 15 caballos, casi todos sin monturas.

Oct.- 6. Caminamos apenas una legua y acampamos cerca de la línea férrea de Júcaro a Ciego de Ávila; los exploradores regresan y por la noche pasamos la famosa Trocha, que no fue tan dura como veníamos cavilando. Al amanecer acampamos.

Oct.- 7. ¡Gran alegría reina en el campamento! (Los corazones se levantan con la llegada de tres oficiales del Movimiento Revolucionario "26 de Julio” acantonados en el Escambray); son ellos él Capitán Otten Mesana y los Tenientes Miguel Martínez y Hornedo Rodríguez. Los nuevos compañeros nos conducen por buenos y fáciles caminos y adelantamos rápidamente a pesar de los torrenciales aguaceros que nos calan hasta los huesos y desbordan los ríos y arroyos. Acampamos en un manigual donde dormimos apelotonados para brindarnos calor unos a los otros.

Oct.- 8. Tenemos buenos caballos, hicimos una jornada de 12 a 14 kilómetros, hasta la finca Pelegrín y acampamos en un cayo de monte donde la aviación comienza a bombardearnos nuevamente. Un caza de propulsión a chorro pica furiosamente estrellándose en un lugar conocido por Limones. El norteamericano Herman Marks, que fue herido en un pie en el combate de la "Federal" es dado de baja por no encajar dentro de la tropa, deja el campamento en el lugar conocido por "La Teresa".

Oct.- 9. Hacemos una larga jornada a través de la finca "Tibícial" y el "Escribano", llegando a las márgenes del río Jatibonico, muy crecido; los exploradores nos informan que los puentes sobre el río están tomados por el Ejército y nos comunican que venimos siendo seguidos muy de cerca, la mayoría de los miembros de la columna sufren horriblemente a causa de la infección de la mazamorra.

Oct.-lO. Los aviones siguen los rastros que dejan nuestros caballos y los B-26, P-47 y DC-3 y avionetas nos bombardean, permanecemos ese día y el siguiente en la misma finca “El Macio” cambiando de lugar para evitar los bombardeos.

Oct.-12. Al amanecer cruzamos a nado el Jatibonico y al fin pisamos la tierra de Las Villas; una avioneta a pesar de la inclemencia del tiempo persistentemente se sitúa sobre nuestro rastro y nos bombardea.

Oct.-13. La avioneta sigue obstinada sobre nuestro rastro; nos situamos para esperar a los B-26. El Capitán Otten Mesana sale de su escondite y aleja la avioneta actuando como señuelo; mientras, el Teniente Miguel Martínez sale de inspección. Otten y Miguel terminan su misión y cruzamos el Zaza, también crecido.

Oct.-14. Los prácticos están encontrando muchas dificultades; acampamos esperando a los exploradores que nos informan que hay más de mil soldados alrededor nuestro. Llega hasta nosotros el responsable del Movimiento Obrero de Las Villas, cuya identidad no se puede establecer aún. Y al fin entramos en el Escambray por la Loma del Obispo, nos reciben con un delicioso congri, carne de puerco frita y queso. Con ello poníamos punto final a la campaña victoriosa de la invasión.



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Editado en un lugar de Las Villas por la Sección Provincial de Propaganda del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, bajo la tiranía de Batista y la represión sangrienta de un régimen de TERROR Y de SANGRE.
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GRUPO DE HISTORIA DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA EN SANTA CLARA (ACRC)

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