VILLACLARA
Secuestro de Juan Manuel Fangio-23 febrero 1958-
Un comando del Movimiento 26 de Julio, integrado por Oscar Lucero,( Héctor o Noel); Blanca Niuvó, Manuel Uziel, Primitivo Aguilera, Reynaldo Rodríguez, Carlos García, Cara Pálida, Ángel Luis Guiú, “William'''-Ángel Payá y Manolo Núñez, secuestró en su hotel a Juan Manuel Fangio. Sobre este suceso el corredor declaró al París Match.
Un gallardo joven de una veintena de años se me acerco, neutralizando con su decisión a los policías extrañamente pasivos que el Gobierno había puesto a protegerme. Su decisión era tal que mantuvo a distancia a todos los clientes del hotel y me hizo a mí seguirlo tranquilamente. Él y sus compañeros me hablaron con fé de su causa.
Tambien significo una derrota para la dictadura el hecho de que, a pesar de untilizar todos los cuerpos represivos, no pudo localizar el lugar en que se encontraba secuestrado el deportista en un acto patriótico llevado a cabo por los combatientes clandestinos del 26 en la capital.
Otro fracaso que se le propino al régimen con el secuestro, fue el de no poder impedirlo ni capturar a los combatientes que realizaron la entrega; Amol Rodríguez Camps Fernando, responsable provincial de Propaganda del Movimiento 26 de Julio en La Habana, Emma Montenegro, Rafael Piniella que manejaba el auto y Berta Cuervo, Flavia. Sobre esto el as del volante argentino declaró a la misma revista francesa:
"Mi entrega fue cosa de novela policiaca" y sobre el encuentro de los revolucionarios con los diplomáticos argentinos, al presentarlos dijo: "Les presento a mis amigos los secuestradores".
Sobre este hecho, Jesús Orta Ruiz, El indio Naborí escribió estos versos dedicados a Faustino Pérez, Oscar Lucero y Marcelo Salado, con quienes Fangio sostuvo conversaciones más extensas y conoció la situación de nuestro país:
Faustino Pérez
Tu firmeza de diamante sembró leyendas y asombros hasta que brilló en tus hombros la estrella de Comandante.
Sutil, callado, constante andabas entre las fieras pero eso propició que fueras el hábil secuestrador que dio a Fangio el corredor más glorias que sus carreras.
Oscar Lucero
Con Dios y Cuba por guía era un arcángel al mando del intrépido comando que con Fangio correría.
Luego, en otra acción, sería mártir del silencio, pero su sangre marcó el sendero de lo que redime y salva.
Fue, por fin, en Cuba el alba y no hay alba sin lucero.
Marcelo Salado
Era un atleta del mar que pensó y actuó con celo y se nombraba Marcelo, es decir faro insular.
Con él y Fangio, a la par subió el deporte a la historia que graban en su memoria
Cuba y el país del Plata. Uno en pista, otro en regata y los dos... hacia la gloria.
GRUPO DE HISTORIA DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA EN SANTA CLARA (ACRC)
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