LA MORGUE JUDICIAL
Testigo mudo de la barbarie batistiana
Más de seiscientos cadáveres fueron dejados en el Necrocomio en carros celulares, perseguidoras o autos con chapas particulares. Una entrevista con el director de la Morgue Judicial.
Estas víctimas forman parte del cinco por ciento de las muertes ocasionadas por Batista y sus lacayos en La Habana. Jóvenes que no tenían relaciones con el movimiento revolucionario asesinados.- El caso de “El Doctor”. “Ese hombre fue arrollado por un auto”. Los médicos cumplieron con su deber y rindieron el informe en el que se demostraba que “El Doctor” había sido ultimado a palos.
“El 27 de octubre de 1957 fue hallado en Boyeros y Tulipán el cadáver del doctor Antonio Pulido Humarán. Las autoridades informaron que Pulido,
al que sus amigos conocían cariñosamente como “el Doctor”, había fallecido a consecuencia de las lesiones que sufrió al arrollarlo un auto beige cuyo chofer se había dado a la fuga. El propio día, cuando se le iba a practicar la autopsia recibimos en nuestro despacho la visita del capitán Juan Peñate —continúa el doctor Muller—. El mencionado oficial, al que acompañaban dos policías con ametralladoras, nos dijo en tono severo:
—¡Ese hombre fue muerto por un auto! ¡Espero que la autopsia así lo determine!
“Ante esa actitud —agregó Muller— le respondí que únicamente la autopsia arrojaría la causa de la muerte del señor Pulido y que cuando esta se efectuara las autoridades judiciales conocerían el resultado de la misma.
“Posteriormente, los doctores Martín y Bretón realizaron la diligencia de la autopsia haciendo constar en el informe remitido a los tribunales que ‘el Doctor’ había sido muerto a palos y no como se quería hacer ver.
“Afortunadamente —agregó el doctor Muller— cuando se terminó la autopsia ya el capitán Peñate se había marchado de la Morgue.”
El director del Necrocomio
El doctor Francisco Muller, quien lleva veinticinco años como médico forense y trece como director del Necrocomio de La Habana, ofreció a este reportero datos de sumo interés en relación con la forma en que eran dejados en la Morgue los cadáveres de los jóvenes asesinados y sobre el número de víctimas inmoladas por la dictadura de Batista.
-Desde el año 1952 al 1958 fueron conducidos al Necrocomio más de seiscientos cadáveres de hombres y mujeres que habían sido objeto de torturas y posteriormente muertos a palos, electrocutados, ahorcados o muertos a balazos —dijo el doctor Muller.
“Ello constituye una cifra alarmante si se tiene en cuenta el gran número de víctimas que no llegó nunca a la Morgue, debido a que las hacían desaparecer en otras formas. Una muestra de ello son los recientes hallazgos de osamentas humanas en diferentes lugares de la ciudad. “El imperio del Terror, superior al nazismo, si se tiene en cuenta que era una lucha cruenta entre hermanos, se hizo dueño de la población habanera por espacio de seis años. “En algunos casos eran traídos a la Morgue cadáveres de adolescentes menores de catorce años. Muchos de ellos, sin identificación alguna. Había que incluirlos en la lista de muertos ‘desconocidos’.
“Positivamente, por la Morgue judicial, pasó el cinco por ciento de los muertos habidos en La Habana.”
“El día del asalto al Palacio Presidencial trajeron cuarenta y nueve cadáveres.
La Policía nos tenía vigilados a todos”.
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Publicado en la Revista "Bohemia Año 51 No 5 de Febrero 1 de 1959
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GRUPO DE HISTORIA DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA EN SANTA CLARA (ACRC
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