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jueves, 29 de marzo de 2012

Ángel Orlando Hernández González

Ángel Orlando Hernández González
La Esperanza, VC, 2 de octubre 1932 - Playa Larga, 18 abril 1961






Cada vez es mayor la emoción que sentimos al contemplar la firme convicción revolucionaria y patriótica de nuestros entrevistados: madres con dolor, pero orgullosas; viudas con tristeza, pero firmes, dispuestas a marchar con fe hacia adelante; padres con lágrimas,, pero milicianos y dispuestos a la defensa: hijos que siguen la misma senda, y, en ocasiones, niños que anhelan ocupar el puesto del padre muerto, que guardan el traje de miliciano que aquél usaba. En muchas ocasiones también hemos llorado, sumándonos a su dolor.

Una vez más, nos sucedió ante la mamá de Ángel Orlando Hernández González, miliciano caído en Playa Larga el 18 de abril. ¡Era tan conmovedora la escena de aquella madre y de las hermanas de Ángel Orlando, llorando su muerte. Era tan emocionante ver la disposición revolucionaria y patriótica de aquella gente, que resultaba imposible no sufrir con ellas, compartiendo y solidarizándonos con ambos sentimientos: dolor y patriotismo! •

Si usted hubiera conocido a mi hijo, —exclamó Juana Rosa González, madre del héroe. Era tan optimista, tan cariñoso. Todos le cobraban afecto enseguida.

La última vez que lo vi pasaba trincheras, yo le llevaba la co¬mida todos.los días, ¡qué gordo se puso mi hijo, que bien estaba! ¿Cómo iba a pensar que podía morir? Les damos la vida a nuestros hijos y no podemos imaginar que puedan perderla. Ni siquiera vi su cara después de muerto. Pero me siento orgullosa de su valentía, de su actitud revolucionaria. Ángel Orlando, "Machito", como cariñosamente le decíamos. —refiere un hermano— estaba pasando un curso en la Escue¬la de Responsables de Milicias de Matanzas. Estaba muy contento porqué el 26 de abril se iba a graduar. De allí salió para la Ciénaga de Zapata.

Ángel Orlando nació en La Esperanza, Las Villas, el día 2 de octubre de 1932.

Estaba casado con Yolanda Cabezas; tenía un hijo de seis años y otro próximo a nacer. Durante la lucha contra la tiranía estaba ligado al "Movimiento 26 de Julio". Fue miembro de la Sección obrera de dicha organización revolucionaria en La Esperanza, donde residía, y secretario de Finanzas del Sindicato de Cartoneros.

Ingresó en las MNR en enero de 1960, hizo su entrenamiento en Minas del Frío, subió tres veces al Turquino y pasó trincheras en varios lugares. Era responsable de milicias y, por lo tanto, fue designado para ingresar en la Escuela de Milicias de Matanzas. Al serle comunicado el acuerdo, le dijeron que podía ir o no, ya que era casado y tenía hijos, pero el valiente joven respondió: Esta es una necesidad y una orden de la Patria y las órdenes se cumplen.

En una ocasión, estando reunido con varios compañeros, juró estar siempre unido con ellos en la defensa de la Revolución pasara lo que pasase. El 14 de abril salió de permiso, regresando el día 15 a la Escuela.

Cuando salía el primer grupo de sus compañeros para la Ciénaga, él le gritó a uno de ellos: /"Mundo" apunta bien a esos gringos! ' Pero recordando el juramento logró que lo dejaran incorporarse también y partieron juntos, murió el 18 de abril en Playa Larga en combate con el enemigo. Mi hijo cantaba muy bonito, tenía pasión por la pelota, —intervino la mamá.

La última vez que lo vi en trincheras, le dije: Cuídate, hijo, y me respondió: 236 Mima, esto es "Patria o Muerte". Si yo muero Cuba vivirá y en ella tú, y mis hijos crecerán felices.

Mi nieto Joaquín Ramón sólo tiene 6 años, dice que le com¬pren una metralleta para matar a los esbirros. Nunca suelta el revólver de juguete que le 'compró su padre ni el traje de miliciano. Al más pequeño, Orlando, no pudo conocerlo mi hijo. Juana Rosa nos mostró un retrato en el que está rodeada de todos sus hijos.

Foto sacada el Día de las Madres, a la par que nos dijo: Mire, éstos son mis hijos... mírelo aquí, —añadió— señalando a Ángel Orlando. Yo, a pesar de mi edad, si tengo que pelear, peleo. El no faltaba a ninguna concentración, aquí venía desde La Esperanza con sus compañeros y hasta en el suelo dormían. Mi casa es de la Revolución, ahora más que nunca. Fidel puede estar seguro que en este hogar, suceda lo que suceda, estaremos más firmes cada día.

Me quedan 6 hijos, tres hembras y tres varones y todos son milicianos. Cuando cayó Ángel Orlando ingresé a la más pequeña.

Mi esposo es presidente del Comité de Defensa. Ejemplo de familia en Cuba Socialista.



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