Rodolfo de las Casas Pérez (Casitas)
Santa Clara el 31 Agosto 1936 – Camaguey, el 21 Abril 1969
Extraordinario revolucionario de Santa Clara. Dirigente estudiantil del Instituto de Segunda Enseñanza, donde inició sus actividades revolucionarias con 16 años, enfrentándose a la tiranía batistiana desde el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952.
Procedente de una familia de la clase media, su padre Pedro de las Casas Martí comerciante y propietario, su madre María Luisa R. Pérez, ama de casa, el menor de dos hermanos,siempre disfrutó del cariño, la comprensión, colaboración y ayuda de ambos padres.
Cursó los primeros grados de la primaria en el Colegio Riera, y luego pasó al Colegio Hermanos Maristas del que salió decepcionado, ya que su carácter y temperamento no se avenía con el sistema y método de adulonería que tenían implantado los curas, por eso siempre estaba en pugna con ellos.
Para ingresar al Instituto pasa un curso en la Academía García Domínguez . Ingresa en el Instituto de Santa Clara en 1951, y sus ideales, combatividad y participación activa en la lucha estudiantil del plantel lo llevan a ser electo Delegado e integrar como Tesorero de la Asociación de Estudiantes del Instituto en ese año.
Cuando se efectúa el golpe de estado del 10 de marzo de 1952, Casitas junto con Osvaldo Herrera González que era el Secretario General de la Asociación de estudiantes del Instituto comienzan las primeras protestas estudiantiles al respaldar la Asociación de Estudiantes del Instituto el Recurso de Inconstitucionalidad en contra de los Estatutos del golpe artero y traidor del 10 de marzo, y organizan la Jura de la Constitución en lugares centricos para que todo el pueblo de villaclara participara y mantuvo la Asociación de Estudiantes, al Instituto cerrado por huelga durante dos meses y fue el último Instituto de la isla que se incorporó a clases.
En diciembre de 1952, Casitas con 16 años de edad, junto a Osvaldo Herrera y Ramón Pando Ferrer fundan en Santa Clara el Movimiento de Acción Cívica Constitucional (ACC) que fue la primera organización insurreccional que se extendió por la provincia.
Después del Moncada se da a la tarea de hacer llegar al pueblo el manifiesto de la “Historia me Absolverá” mimeografiando grandes cantidades y llenándo las paredes de consignas revolucionarias contra la convocatoria a las elecciones de ese año 1954.
En ese período organizó protestas estudiantiles enfrentándose valerosamente a los esbirros siendo detenido y golpeado por estos en varias oportunidades . Por su participación en las luchas estudiantiles fue sometido a varios Consejos Disciplinarios, hasta que pretextando un incidente con un profesor fue expulsado del Instituto y tiene que matricularse en el Instituto de Sagua la Grande.
Al fundarse el Movimiento 26 de Julio en Santa Clara, fue designado segundo jefe de las Brigadas Juveniles de Acción y Sabotaje en la provincia de Las Villas trabajando junto a Quintín Pino en la organización, control y adiestramiento de los miembros de estas.
En Octubre de 1956 acompaña a Margot Machado Padrón a una reunión en Santiago de Cuba con Frank Pais y Pepito Tey en gestión relacionada con las armas para su provincia.
Participa de forma destacada en los hechos del 30 de Noviembre de 1956 tratando de crear una situación insurreccional en la ciudad de Santa Clara que impidiera la rápida movilización del ejército fuera de la ciudad.
Alrededor de las once de la noche se acuartela la Brigada de Rodolfo de las Casas (Casitas), en la trastienda de la “Casa Toda Onda” en la calle Marta Abreu, la trastienda se comunica eon el garaje de su casa que da para el Callejón de “Los Angeles”, allì en medio de la oscuridad del garaje nos ponemos a hacer cocteles molotov los doce jóvenes allí acuartelados. Esa madrugada Casitas desarrolló una intensa actividad recorriendo los centros de acuartelamientos y precisando las acciones a desplegar. Al amanecer nos reúne a los integrantes de su brigada y exclama: “Ha llegado el momento de ser libres o mártires, tenemos que alertar al pueblo, la lucha ha comenzado.” Todo en él es dignidad y corazón. Imparte órdenes de realizar acciones que impidan la movilización del ejército y sale con dos compañeros armados con un cuchillo, 50 cocteles molotov y paquetes de propaganda en su carro. Va al timón, a su lado un compañero con las proclamas listas para lanzarlas a la orden de Casitas, detrás el compañero Rodolfo Maribona Hernández con el saco de los 50 molotov listos para lanzarlos a su orden.
Salen temprano en la mañana y se dirigen a cumplir con el compromiso de honor contraído y ante cada objetivo que encuentra en su camino y que pueda contribuir a crear la situación insurreccional en la ciudad da ordenes de lanzar cocteles molotov, y así lo hacen contra la Zona Fiscal de la calle Independencia, el servícentro de Luis Estévez y Martí, también incendian dos camiones que encuentran en la calle Maceo y por último lanzan cocteles molotov contra el Servícentro de Maceo y Central, incendiándolo.
Durante el trayecto, Casitas se dirigía a los transeúntes que encontraba, arengándolos a unirse a la lucha contra la tiranía exclamando: “Llegó el momento, a luchar. Abajo la dictadura”
Precisamente, cuando actuaba contra el Servicentro de Maceo y Central, es detectado por un carro patrullero del SIM, que comienza una singular persecución a lo largo de la Carretera Central en el tramo conocido por “El Malecón”. El patrullero, disparando con su ametralladora, acosando al carro de Casitas, y éste sin armas, esquivando los disparos gracias a su destreza como chofer, hasta que al llegar a la calle Tristá toma por ésta en dirección hacia el Parque y para eludir la persecución de la patrulla ordena lanzar del carro el saco incendiado con los diez o doce cocteles molotov que le quedaban y que al hacer explosión en Tristá y Lubián incendia toda la calle impidiendo el paso del perseguidor y escapando así de tan peligrosa situación.
Por esos hechos es buscado por la policía y y tiene que pasar a la vida clandestina en la Habana, donde participa en los planes para un alzamiento en el Escambray previsto para Febrero de 1957, pero que fue frustrado al caer presos sus organizadores en la fábrica de bombas de 5ta y A en el Vedado.
Posteriormente el 27 de Mayo de 1957 se traslada a la ciudad de Cienfuegos en unión de Antonio Larralde y Rubén Rodríguez para participar en un levantamiento previsto con la marina y se acuartela en una casa del Reparto Buenavista la cual fue sorprendida por la policía y el ejército entablándose un nutrido tiroteo.Esta foto es de esa ocasión. Posteriormente son brutalmente apaleados y atropellados por la policía, y no hubo delación, supieron aguantar todo el rigor de las torturas y castigos a que fueron sometidos sin hablar ni delatar, el 19 de Junio de 1957 son liberados mediante fianza y pasa nuevamente a trabajar con el Movimiento en la Habana.
El 8 noviembre de 1957, participa en las acciones de la noche de las 100 bombas, colocando 6 bombas junto con José Quián Cullén (Cheo).
Posteriormente regresa a la Habana y pasa a trabajar con Julio Camacho Aguilera atendiendo Habana- Campo, y debido a la delación de un traidor son sorprendidos por el siniestro Ventura y sus agentes al asistir a una reunión junto a varios compañeros, entre ellos Julio Camacho , el 12 de Noviembre de 1957 en una casa que estaba ya ocupada previamente por los asesinos del esbirro Ventura.
En esta oportunidad, Casitas para salvar al resto de los compañeros que estaban citados a una reunión en la casa en que fueron capturados, concibe un plan a riesgo de su vida, pero para impedir que el resto de los compañeros citados cayeran en la trampa preparada, y para eso pide ir al baño y allí se corta las venas de las muñecas y de los antebrazos, en estas condiciones es sacado de la casa por la policía, pues se desangraba y cuando se encuentra en el portal de la casa, Casitas aprovecha el momento y forma un escándalo para llamar la atención con la finalidad de que los compañeros que estaban fuera de la casa esperando para entrar se percataran de lo que ocurría y no trataran de llegar.
Los apresados son conducidos a la quinta estación de policía donde son torturados golpeados durante 8 días, al noveno día son conducidos al Castillo del Príncipe el 20 de Noviembre de ese año.
En esta participa en la Huelga de Hambre de los presos políticos que fue un hecho de gran repercusión nacional porque se fueron sumando los presos políticos de las cárceles provinciales, hasta que el jueves 20 de Febrero de 1958 es liberado junto con otros 18 presos ya que el Tribunal de Urgencia decretó su libertad por la falta de acusaciones del Buró de Investigaciones, pasando Casitas a trabajar en el Movimiento en la provincia de Matanzas con Enrique Hart que había sido designado Jefe de Acción y donde vuelve a encontrarse con los compañeros de Santa Clara que se mantenían clandestinos en esa provincia participando en la reorganización de las milicias urbanas y en las actividades de la Huelga del 9 de Abril.
Ese día, Casitas junto a Enrique Hart, tomó la emisora Radio Tiempo e hizo salir al aire el mensaje que convocaba a la Huelga General. Ese mismo día dirigió y participó en varias acciones.
Posteriormente regresa a la Habana a trabajar con Oscar Lucero y Faustino Pérez hasta que La dirección del Movimiento en la Habana decide que Casitas y otros compañeros más pasen a incorporarse al Ejército Rebelde en la Sierra Maestra. En Santiago de Cuba Casitas se encuentra con Roberto Hernández Zayas, José Quián Cullén y Faustino Pérez, y juntos emprenden el camino hacia la Sierra Mestra. El 19 de Junio el 1958 se incorporan a la Columna del Comandante Daniel (René Ramos Latour) y después del 30 de Julio pasa a la Columna No. 1 José Martí bajo las órdenes del Comandante Fidel Castro.
En la Sierra participa en varios combates y en las misiones a él encomendadas.
Juan Nuiry ha relatado su encuentro con Casitas en Octubre de 1958: "En el histórico campamento de La Plata se encontraba la jefatura de la Columna Uno, al mando del líder de la Revolución, Fidel Castro. Ese sitio estratégico está en uno de los picos más altos del macizo montañoso de la Sierra Maestra. Al escalar, empapados por un torrencial aguacero, tras un fatigoso ascenso del tramo que comienza en el caserío de las Vegas de Jibacoa y deja atrás la Tiendecita de la Maestra, llegamos ¡al fin! a la Comandancia General del Ejército Rebelde. Entramos por el campamento de Casitas, llamado así por estar al frente el capitán Rodolfo de las Casas, destacado dirigente estudiantil de Santa Clara. Ahí hicimos la primera escala y pasamos la noche. Por la mañana temprano el Comandante Paco Cabrera, jefe de los ayudantes del Comandante Fidel Castro, nos llevó a su encuentro, en la pequeña cabaña rústica donde él radicaba, hecha de tablones de pino, yagua y cobija de guano, llamada la Comandancia."
En Diciembre de 1958 cuando van bajando al llano y se van tomando pueblos, se presenta Maffo, donde había una casa frente al cuartel de la tiranía en la que él y ocho compañeros más se parapetan para desde allí poder atacar al cuartel, pero son descubiertos por los soldados de Batista, los que dan aviso a un avión que volaba por los alrededores el que les arroja una bomba de 500 libras, destruyendo la casa y sepultándolos a todos bajos sus escombros, pero Casitas con su fusil, pudo hacer un hueco y salir de los escombros en que se encontraba cruzando la línea de fuego para llegar hasta el Comandante en Jefe, el cual ordena rápidamente un ataque al cuartel para poder de esta manera salvar al resto de los compañeros lo que se logra con feliz éxito. A las 5.30 p.m. del 30 de Diciembre se rindió el cuartel de Maffo.
Se dispone a participar en el ataque a Santiago de Cuba, pero no es necesario.
Después del triunfo acompaña a Quintín Pino y Armando Hart en vuelo de Santiago de Cuba a la Habana el día 2 de Enero de 1959, aterrizando de madrugada en el Campamento de Columbia pasando a trabajar con Quintín en el aeropuerto de Rancho Boyeros para evitar la evasión de los esbirros y asesinos de Batista, luego regresa a Santa Clara el 6 de Enero para la entrada de Fidel a la ciudad y a Cienfuegos.
En Santa Clara ocupa la responsabilidad de Coordinador Municipal del M-26-7, y posteriormente de Delegado Provincial del Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda (INAV), posteriormente ingresa en la Universidad Central y organiza los cursos de nivelación los cuales fueron necesarios en aquel momento histórico que permitieron organizar el estudio de las distintas carreras y especialidades. En ese centro atiende el Plan de Becados ocupando posteriormente el cargo de Vice-presidente de la Federación Estudiantil Universitaria y el de Jefe del Batallón Universitario.
En representación de la FEU asiste por designación al IV CLAE a realizarse en Río de Janeiro, y posteriormente en 1962 asiste como delegado de la provincia de Las Villas al VIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Helsinki, Filanda.
Al salir del trabajo en la Universidad para incorporarse e las Fuerzas Armadas Revolucionarias es designado para cursar estudios por dos años en la Escuela Superior del Partido y al concluir sus estudios pasa al Ejército Central como simple soldado, ya que por su modestia, sencillez de carácter, nobleza de corazón y su gran cariño a su Revolución, nunca le importaron ni los grados ni la ostentación, ni las posiciones, como tampoco le importaron los sacrificios, esfuerzos, y privaciones que había que soportar por hacer grande esta Revolución.
Casitas a pesar de las tareas y responsabilidades que cumplió para la Revolución, nunca cobró un salario, siempre reintegraba el salario que le pagaban y decía que “él en Santa Clara, con su casa y su familia, no necesitaba dinero alguno para nada absolutamente”, cuando cursó la Escuela Superior del Partido la dirección de la Escuela se percató de que Casitas no tenía documentación oficial donde constara el salario que cobraba por lo que le asignó una ayuda de cien pesos mensuales durante el curso en esa Escuela, al concluir ésta se vió obligado a cobrar el primer sueldo cuando ingresó como Teniente al Ejército Central trabajando en la Sección Política de las Fuerzas Armadas en Las Villas.
Al morir era ayudante del Comandante Rogelio Acevedo en la provincia de Camaguey. Que el ejemplo y recuerdo de Casitas como faro y guía, como revolucionario consecuente que siempre supo ser fiel a los principios de la Revolución, que no escatimó días ni esfuerzos en aras de la construcción de una sociedad más justa por la cual supo luchar con tesón, ardor y patriotismo sin igual, se mantenga presente en la nueva generación con igual actitud, valor, cariño y amor a nuestra Revolución y a nuestra Patria.
Sus restos descansan en el Panteón de los Héroes y Mártires de la lucha revolucionaria del Cementerio de Santa Clara.
GRUPO DE HISTORIA DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA EN SANTA CLARA (ACRC)
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