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viernes, 3 de septiembre de 2010

"LOS PRINCIPIOS ETICOS DE LA VICTORIA ESTRATÉGICA"

VILLACLARA
SEPTIEMBRE 1958 NOTICIAS DE CUBA



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"LOS PRINCIPIOS ETICOS DE LA VICTORIA ESTRATÉGICA"
Se capta por Radio Rebelde declaraciones de Fidel Castro durante los días 18 y 19 del pasado mes de Agosto que se transcriben, donde hizo un análisis de la derrotada ofensiva enemiga y expuso sus resultados. Así mismo denunció las calumnias y mentiras del alto mando castrense y expone los principios éticos de la Victoria Estratégica obtenida el 10 de Agosto de 1958
1.- La incapacidad del mando militar
2.- ¿Por qué ponemos en libertad a los prisioneros?
3.-14 batallones derrotados, 400 soldados prisioneros, las 800 bajas y las 507 armas ocupadas en solo 36 días en la Sierra Maestra

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Desde el primer combate en Santo Domingo, el equipo de micro-onda de la Compañía M, del Batallón 22 de Infantería, compuesto por un MINIPAZ y un PERT. 10 con sus claves de guerra, cayeron en poder de nuestras fuerzas.
El mando enemigo ni siquiera se percató de ese detalle y desde entonces todas las batallas que libraban con perfecto conocimiento nuestro de todas las disposiciones tácticas y las órdenes del enemigo.

La clave secreta del 5 de Junio del mando Militar que cayó en poder nuestro el 29 de ese propio mes no fue sustituída hasta el 25 de Julio, en que se dispuso una nueva clave que cayó en nuestro poder ese mismo día con nuevos equipos de micro-ondas al ser destruida la Compañía P, en El Salto, clave que no fue variada hasta los días finales de la contra-ofensiva rebelde.

En ocasión de encontrarse una unidad enemiga sin comunicación por habérsele descompuesto el Minipax, los propios rebeldes dieron órdenes por Radio a la aviación enemiga de bombardear a la posición del ejército.

La técnica de engañar a los soldados ocultándoles las dificultades y las derrotas que afectaban a cualquier unidad, dio los naturales frutos que la mentira tarde o temprano produce.

Cualquier tropa caía fácilmente en los mismos errores que habían costado serias consecuencias a otras tropas.

Caían en las mismas trampas y hasta en las mismas emboscadas donde habían caído otros días antes.

Ningún oficial al mando de una unidad, recibía la menor noticia de las experiencias ocurridas a otros jefes militares.

Otros puntos. Siendo así, que en los 76 días que duró la ofensiva las fuerzas de la Dictadura no han hecho un solo prisionero, ni ha habido un solo desertor rebelde. ¿Qué dirá el Estado Mayor a los soldados cuando presencien el desbordamiento de tropas rebeldes a lo largo y ancho de la Isla?

¿No opina el Estado Mayor que en ese instante sus soldados se van a llevar la más terrible sorpresa y la más amarga de las decepciones sobre sus Mandos Militares, que después de haberles llevado a la derrota les miente descaradamente al resto de las fuerzas armadas, diciéndoles que el enemigo ha sido destruido?

Un enemigo que en cualquier instante puede aparecer a las puertas desprevenidas de sus cuarteles. Cabe repetir ahora, con más razón quo nunca, lo que decíamos hace cuatro meses. Cuando se escriba la Historia real de esta lucha y se confronte cada hecho ocurrido con los partes militares del Ejército, se comprenderá hasta qué punto la tiranía es capaz de corromper y envilecer las Instituciones de la República, hasta qué punto las fuerzas al servicio del mal es capaz de llegar al extremo de criminalidad y barbarie, hasta qué punto los soldados de una dictadura pueden ser engañados por sus propios jefes. Que les importa después de todo, a los déspotas y verdugos de los pueblos, la desmentida de la historia.

Lo que les importa es salir del paso y aplazar la caída inevitable. Yo no creo, que el Estado mayor mienta por vergüenza, el Estado Mayor del Ejército de Cuba ha demostrado no tener pudor alguno, el Estado Mayor miente por interés, miente para el pueblo y para el ejército, miente para evitar la desmoralización en sus filas, miente porque se niega a reconocer ante el Mundo su incapacidad militar, su condición de ¡efes mercenarios, vendidos a la causa más deshonrosa que pueda defenderse, miente por que no ha podido a pesar de sus decenas de soldados y de los inmensos recursos con que cuenta, derrotar a un puñado de hombres que se levantó para defender los derechos de su Pueblo.

Los fusiles mercenarios de la tiranía se estrellaron contra los fusiles de los idealistas, que no cobran sueldo; ni la táctica militar, ni la Academia, ni las armas más modernas sirvieron de nada.

ES que los militares cuando no defienden a su Patria sino que lo atacan, cuando no defienden a su pueblo sino que los esclaviza, dejan de ser instituciones para convertirse en pandilla armada, dejan de ser militares para ser malhechores, dejan de merecer no ya el sueldo que arrancan al sudor del Pueblo sino hasta el sol que los cobija y la tierra que están ensangrentando con deshonor y cobardía.

Los que creíamos al Mayor General, Eulogio Cantillo, un oficial de distinta calaña a los Ugalde Carrillo, Salas Cañizares, Chaviano, Tabernilla. Cruz Vidal, Pilar García, etc. hemos estado variando de opinión, pues si bien, al principio da la campaña, guardó cierto discreto silencio sobre el curso de los operaciones que le era adverso y dictó órdenes más humanas a los jefes de batallones, 'sobre el trato a la población civil, aunque ya tardíamente para compensar los crímenes horribles que se habían cometido anteriormente, los últimos partes del Ejército más cínicos y más falsos que nunca, constituyen una verdadera prostitución del carácter y deshonor de cualquier hombre recto.

Los bombardeos que estos días ha ordenado contra los vecinos indefensos de la Sierra Maestra, como una cruel venganza o producto de un pánico de escurrir en las mismas tácticas de la tiranía que combate.

Tercero: porque la política y la propaganda de la dictadura ha consistido esencialmente en presentar a los revolucionarios como enemigos implacables de todo hombre que vista el uniforme de las Fuerzas Armadas. La dictadura mediante el engaño y la mentira, ha tratado a toda costa de solidarizar al soldado con su régimen, haciéndole creer que luchar contra la revolución es luchar por su carrera y propia vida.

Lo que la dictadura le convendría, no es que nosotros curásemos a los soldados heridos y respetásemos la vida de nuestros prisioneros, sino que los asesináramos a todos sin excepción, para que cada miembro de las Fuerzas Armadas se viera en la necesidad de combatir por ella hasta la última gota de sangre.

Cuarto; Porque si en cualquier guerra la crueldad es estúpida, en ninguna lo es tanto como en la guerra civil, donde los que luchan tendrán que vivir algún día juntos y los victimarios se encontrarán con las esposas, hijos y madres de las víctimas.


¿Por qué ponemos en libertad a los prisioneros?
Primero: Porque mantener en la Sierra a cientos de prisioneros implicaría compartir con ellos los víveres, las ropas, los zapatos, los cigarros, etc., que se adquieren con muchos esfuerzos, o por el contrario mantenerlos en un régimen de escasees tal que sería inhumano e innecesario.

Segundo: Porque dada las condiciones económicas y el enorme desempleó que hay en el país, a la dictadura nuca le faltarían hombres que se enrolen por un sueldo, no tiene pues lógica pensar que se debilita reteniendo a los prisioneros, pero a nuestro punto de vista militar lo que nos interesa no es el número de hombres y armas que la dictadura posea, porque siempre hemos supuesto que contara con los recursos bélicos que desee teniendo a la disposición la Hacienda pública sino el número de armas y hombres que los rebeldes poseemos, para cumplir nuestros planes estratégicos y tácticos.

La victoria en la guerra depende de un mínimo de armas y un máximo de moral, una vez en nuestro poder el arma que trae el soldado éste no nos interesa para nada, este hombre difícilmente queda con deseo soldados o someterlos a las calamidades de la prisión servirá sólo para que una tropa por ejemplo, sitiada y vencida resistiera aunque militarmente no tuviera justificación para ello.

Tercero; Porque un prisionero en libertad es el mentís más grande para la falsa propaganda de la tiranía. El día 24 de Julio se devolvieron pues en La Vega 253 prisioneros, las actas de liberación están firmadas por John P. Jequier y P. Shoenhozer, delegados de la Cruz Roja Internacional que vinieron de Ginebra, Suiza.

Los días 10 y 13 de Agosto, fueron devueltos 169 prisioneros en Sao Grande, el "acta de liberación está firmada por el doctor Alberto P. Llanet, coronel de la Cruz Roja Cubana, no podía haber canje de prisioneros porque en toda ofensiva la fuerza de la dictadura no hizo ni un solo prisionero rebelde, no exigimos condición alguna a cambio de ello, porque entonces la liberación de prisioneros por nuestra parte hubiera dejado de tener el sentido político y moral que este caso entraña, aceptamos todas las medicinas que la Cruz Roja envió en el acto de entregar nosotros el segundo grupo de prisioneros, porque lo interpretamos como un gesto generoso y espontáneo de dicha institución, que compensaba en parte las medicinas que invertimos curando a los heridos enemigos, las medicinas de la Cruz Roja Internacional llegaron en un helicóptero del ejército, que menos podían hacer después que nosotros le habíamos salvado la vida a tantos soldados, es una lástima verdadera que el Estado Mayor y los voceros de la dictadura se hayan puesto a politiquear con un detalle tan simple e intrascendente desnaturalizando el sentido del acto,

Nuestro sentimiento respecto a las fuerzas armadas lo hemos demostrado con hechos y los hechos tienen más valor que las palabras.

En nuestro trato con los prisioneros hemos observado una circunstancia permanente y característica, el engaño en el ejército opera toda una maquinaria de mentiras funcionando constantemente, manejada por los centros superiores.

Nosotros hemos capturado numerosos documentos y circulares y órdenes secretas muy reveladoras, a las tropas en campaña se les engaña, se les asegura que los rebeldes son grupos dispersos, que su moral es baja, que están armados con escopetas, etc., etc., lógicamente el soldado al chocar con la realidad, recibe un duro impacto, ningún soldado chocar con la realidad, recibe un duro impacto, ningún soldado ni oficial por lo regular conoce las cosas que han ocurrido en la Sierra Maestra, si nosotros en Uvero, por ejemplo, hace más de un año hicimos 35 prisioneros curando más de 19 heridos, poniéndolos a todos en libertad el Estado mayor se las ingenia para que estos hombres permanezcan lo más aislado posible, al soldado le hacen creer, que sí cae prisionero lo torturamos, los castramos, los matamos, en fin, todas las cosas y cuestiones que en los cuarteles y estaciones de policía han visto hacer con los revolucionarios.

Con la censura de prensa, el soldado está ignorante de lo que ocurre en el país, no lee otra cosa que lo que aparece en las circulares de orden interior que usa el Estado Mayor.

A fines de Septiembre de 1957 por ejemplo, en el Oro de Guisa, fueron asesinados 53 campesinos en un solo día, días después el Estado Mayor emitió una circular informando que dos batallones habían obtenido allí una espléndida victoria, dando muerte a 53 rebeldes sin sufrir ellos baja alguna.

La circular terminaba dando vivas al viejo Pancho, candela al jarro, etc.

Los soldados no escuchan otros discursos que los que le engullen en Columbio los 10 de Marzo y 4 de Septiembre Batista, Tabernilla y Compañía, nadie le dice jamás que tras de todas esas palabrerías, mentiras y engaños de que los hacen víctimas, se esconde el interés de los políticos del régimen, roba y un propósito, que los soldados mueran para defender el infamante y corrompido régimen.

¿Pero como reacciona ante la realidad? Yo estoy completamente seguro que si un solo día, en vez de combatir, se pudieran reunir a conversar todos los revolucionarios y todos los soldados, la Tiranía desaparecería al instante y un largo período de paz sincera, comenzaría por muchos años.

He observado la calidad humana de muchos soldados y rne he preguntado a fuer de sincero cuentos hombres valiosos habrán muerto en el engaño de que defendían algo por lo que valiera la pena luchar; lo mejor del ejército está en sus oficiales de línea y en sus soldados y exceptuamos los reclutas que han ingresado en los últimos meses sin selección alguna.

Los Tenientes sobre todo han demostrado capacidad y valor en los combates, tiene el ejército de Cuba una oficialidad que ha despertado en estos meses de lucha, nuestro sincero reconocimiento, no están corrompidos, aman su carrera y quieren su institución, para muchos de ellos, la guerra en que los han enfrascados es absurda y sin razón, pero cumplen orden e individualmente poco pueden hacer.

Entre otras barbaridades la Dictadura ha extraído de las aulas los alumnos de las Escuelas de Cadetes sin terminar sus cursos y los ha enviada al frente, parece como si quisiera responsabilizar a los futuras oficiales con la querrá que se libra contra el pueblo y con todos los crímenes que se han cometido, son muchos los oficiales jóvenes que han muerto en los combates de la Sierra Maestra.

Lo peor del ejército comienza en sus Coroneles y se agrava a medida que llega a los Generales, éstos son en su mayoría corrompidos y sin escrúpulos. Se podría contar con los dedos de una mano y sobran casi todos los dedos los que no se han hecho millonarios en la explotación del juego, el vicio y la extracción de negocios turbios, resulta evidente que dado el estado de cosas a que ha llegado la situación del país sin salida alguna para el régimen y el desencadenamiento de los últimos sucesos que es muy posible un golpe de estado.

El movimiento 26 de Julio frente a esa eventualidad, quiere dejar sentada bien claramente su posición Si el golpe de estado es obra de militares oportunistas, cuyos propósitos es salvar sus intereses y buscar una salida lo mejor posible a la camarilla de la tiranía, estamos resueltamente contra ese golpe de Estado, aunque se disfrace con las mejores intenciones, porque en fin de cuenta, los sacrificios que se han hecho y la sangre derramada, no han de servir únicamente para que las cosas queden más o menos como están, y se repita así la historia que siguió a la caída de Machado. Si el golpe militar es obra de gentes honestas y tiene un fin sinceramente revolucionario será posible entonces una solución de paz sobre bases justas y beneficiosas a la Patria.

Entre las fuerzas Armadas y la Revolución, cuyos intereses no son ni tienen porqué ser antagónicos, puede resolverse el problema de Cuba.

Nosotros estamos en guerra contra la Tiranía, no contra las Fuerzas Armadas, pero es a las Fuerzas Armadas de la República a las que corresponde deshacerse de las ataduras que la han vinculado al régimen más infamante y odioso que ha padecido nuestra Patria.

El dilema que se ofrece en estos instantes al ejército es bien claro. O da un paso al frente, desprendiéndose de ese cadáver que es el régimen de Batista, y se reivindica ante la Nación, o el ejército se suicida como Institución.

Lo que hoy todavía puede salvar el ejército, no podrá salvarlo dentro de unos meses. Si la guerra se prolonga medio año más, el ejército se desintegrará totalmente. La situación que tiene delante sólo podría dominarla con el respaldo de toda la población,- al revés de ello toda la población está identificada y colabora con la rebelión.

El propio ejército debe saber mejor que nadie lo que acaba de ocurrir en la Sierra maestra: más de 200 oficiales participaron en la última ofensiva y no pueden ignorar el desastre y dejar de meditar sobre los hechos.

Y si no ha, podido dominar un solo núcleo rebelde, concentrando sobre él todas sus fuerzas, menos podrá dominarlo cuando tenga que luchar en 20 frentes de batalla.

La deserción masiva de los soldados, es tal que difícilmente pueda disimularse. En "El Cerro" el día 24 de Julio por la noche en una sola madrugada, desertaron 31 de 80 soldados destacados en ese punto.

Esto para no citar más que un ejemplo de lo que ha estado ocurriendo en los demás batallones.

Nosotros estamos muy bien informados sobre estos particulares. Cuando un cuerpo armado llega a esa situación, está en el deber de analizar las causas que lo han conducido a ese abismo, cuando aún es tiempo de reaccionar ante de que sea demasiado tarde.

La objetividad con que les hablo no puede dar lugar a dudas sobre la sinceridad que encierran estas palabras.

Tercero: Detención y entrega a los Tribunales de Justicia de todos los militares que se han caracterizado por sus torturas y crímenes, tanto en las ciudades corno en el campo y de los que se han hecho ricos con el contrabando/ el juego, los negocios turbios y la extorsión, cualquiera que sea su grado.

Cuarto: Entrega de la Presidencia provisional de la República a la figura designada por todos los sectores que combaten a la Dictadura para que se convoque en el más breve plazo posible a unas elecciones generales.

Quinto: Reestructuración y alejamiento de los Institutos Armados de las luchas políticas y partidaristas a fin de que las Fuerzas Armadas no vuelvan a ser nunca más instrumentos de ningún caudillo o Partido Político, y se concentren a su misión de defender la soberanía del país, la Constitución y las Leyes y los derechos del ciudadano, para que entre civiles y militares reine la confraternidad y el respeto mutuo, sin temor ni de unos ni de otros, como corresponde a un verdadero ideal social de paz y justicia.

La República exige mañana mejores y más honestos políticos; pero también mejores y más honestos militares. Sin el cumplimiento estricto de estas condiciones nadie debe hacerse ilusiones de que la guerra pueda concluir, porque antes moriremos todos que abandonar la meta por la que está luchando nuestro pueblo desde hace ó años y está anhelando hace medio siglo. Nadie como nosotras tiene derecho a exigir algo en bien de la Patria, porque nadie como nosotros ha sabido renunciar de antemano a toda aspiración personal


Esperamos la respuesta sobre la marcha. Las columnas rebeldes avanzarán en todas direcciones hacia el resto del territorio nacional sin que nadie pueda detenerlas. Si un Jefe cae, otro lo sustituirá, si un hombre muere, otro ocupará su puesto.
El pueblo de Cuba debe prepararse a auxiliar a nuestros combatientes, cualquier pueblo o zona de la isla puede convertirse en las próximas semanas y los próximos meses en campo de batalla.

La población civil debe estar lista para soportar valerosamente las privaciones de la guerra. En la entereza demostrada por la población de la Sierra Maestra donde hasta los niños auxilian a nuestras tropas, soportando 20 meses de campaña con incomparable ritmo, debe de tener ejemplar emulación en el resto de los cubanos para que la Patria sea verdaderamente libre, cueste lo que cueste y se cumpla aquella promesa del Titán, cuando dijo que la Revolución estaría en marcha mientras quedase una injusticia sin reparar.

Hay revolución, porque hay tiranía, hay revolución, porque hay injusticia, hay y habrá revolución, mientras una sola sombra amenace nuestros derechos y nuestra Libertad.


LIBERTAD O MUERTE


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14 batallones derrotados, 400 soldados prisioneros, las 800 bajas y las 507 armas ocupadas en solo 36 días en la Sierra Maestra.



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Dos combates de importancia y otras acciones menores han tenido lugar en los frentes 1 y 3 de la Sierra Maestra. Mientras el comandante Juan Almeida informaba que fuerzas rebeldes del frente No. 3 habían derrotado a un batallón de la dictadura, cayendo prisionero el propio jefe, Teniente Coronel Nelson Carrasco Artiles, haciéndole varios prisioneros y ocasionándole 25 bajas, ocupándole 10 armas.
En el frente No. 1 a pocas millas de distancia, se libraba otro combate victorioso contra las fuerzas de la Tiranía, un batallón enemigo estaba acampado en "El Cerro" a 4 kilometres de Estrada Palma fuertemente atrincherado.

Después de un estudio minucioso del terreno y la observación cuidadosa de las posiciones enemigas, fuerzas de las columnas No. 1 y 12 apoyados con morteros y ametralladoras pesadas, en las primeras horas del Viernes 27 de junio, rodearon el lugar y emplazaron las ametralladoras calibre 50 y los morteros.

A las 11:45 de la noche un mortero 60 y 2 ametralladoras calibre 50 al mando del Capitán Pablo Fornos abrieron fuego sobre el campamento enemigo. Cinco minutos después, a las 11:50 una batería de morteros 81 al mando del Capitán Pedro Miret a solo 240 metros de las posiciones enemigas abrió fuego iniciando un barraje de morteros sobre el cuadro de 150 metros de fondo por 100 de ancho, donde el batallón enemigo estaba situado.

Durante una hora completa los morteros 81 estuvieron funcionando, 54 obuses cayeron en el campamento, las casas de campaña, el puesto de mando y cuanta instalación se encontraba allí volaron, a las 12 y 50 minutos de la madrugada, 2 pelotones de infantería rebelde, al mando del Comandante Eduardo Sardinas, lanzaron luces de bengala para avisar a los morteros sus posiciones. Tan cerca estaban rebeldes y soldados que podían verse las caras a la luz de las detonaciones. Allí descargaron sus armas automáticas sobre la guarnición enemiga.

Las tropas de la dictadura lucharon desesperadamente, para evitar que el campamento cayera en manos rebeldes, que disponía para su defensa de ametralladoras 50, morteros y cañones, la luna era clara y la aviación vino en su ayuda, desde Estrada Palma, los tanques Sherman, de la dictadura acampados en el Central disparaban sus gruesos cañones pero no se movió una sola tropa de refuerzo para auxiliar al batallón cercado. En vista de que el enemigo permanecía paralizado toda la noche sin hacer movimiento alguno de tropas, al amanecer nuestras tropas regresaron a las montanas. Cinco combatientes nuestros murieron heroicamente, cuando el Comandante Eduardo Sardiñas avanzo hasta las mismas líneas enemigas.

El sábado un helicóptero grande de la dictadura, bajo 6 veces a recoger heridos por informes que nos llegan, el enemigo sufrió 77 bajas entre muertos y heridos, en estos casos los datos son difíciles de precisar.

Los muertos rebeldes fueron Teniente Raúl Verdecía, Teniente Arturo Vázquez, soldado Juan Sardinas, soldado Ramón Ibarra y soldado Miguel López, estos murieron frente a la trinchera enemiga, sus armas y los cadáveres de 3 de ellos fueron recogidos bajo el fuego de las ametralladoras enemigas antes del amanecer.

Merecen especial mención por su bravura y la de sus hombres a su mando, el Comandante Eduardo Sardiñas y la tropa a su mando forman la columna No. 12 "Simón Bolívar", fue el oficial y los soldados que más combatieron en la Sierra Maestra en la última ofensiva a la dictadura.

Era solo un pelotón cuando se inicio la primera batalla victoriosa de Santo Domingo, con menos de 20 hombres destruyo la vanguardia enemiga, apoderándose de sus armas automáticas con las cuales persiguieron el combate.

Después de aquella acción participaron en todos los combates que se libraron con posterioridad. En Merino, en El Jigue, en la segunda batalla de Santo Domingo, en Providencia y en la de Las Mercedes.

En Santo Domingo, ocuparon mas de 50 armas; en Merino, ocuparon las armas completas del enemigo; durante la batalla, del Jigue junto con fuerzas de los comandantes Cuevas y Paz, muertos valiosamente, destruyeron la Compañía G-4, del batallón No. 18 y la compañía L que era una de las mejores unidades de la tiranía.

En Santo Domingo, durante la segunda batalla y con las tropas del Comandante Guillermo García de la Columna No. 3 derrotaron al Teniente Coronel Sánchez Mosquera y lo pusieron a el personalmente al borde de la muerte.

En el combate del Cerro también se distinguió por su valor el Capitán Pedro Miret, causante de la gran cantidad de bajas ocasionadas al enemigo.

El pelotón de mujeres rebeldes "Mariana Grajales" auxiliares del cuerpo de Sanidad Militar, soporto firmemente sin moverse de sus posiciones los cañoneos de los tanques Sherman, ayudando eficazmente en las mismas trincheras al cuerpo Medico Rebelde. Este es uno de los combates donde hubo más precisión, más coordinación entre las distintas armas rebeldes.

Coda día se evidencia mas, la superioridad táctica y estratégica de los rebeldes, sobre las descontentas y desorganizadas tropas de la Tiranía, que no obstante contar con aviones, tanques y todos los recursos modernos, empleándolo todo, incluso gases asfixiantes, pierden mas territorio, más hombres y más armas.

Solo los ciegos podrían dejar de ver que la revolución crece y se hace fuerte en progresión geométrica. Ilusos los que se imaginan que hay para la tiranía salvación posible. Aunque le entregara el poder a la oposición falsa y vendida, que hace su campana oportunista con el dinero que les da el dictador.

La farsa vergonzosa que se prepara para el 3 de Noviembre debe ser ya, para agravar su desesperada y terrible situación. Poco tiempo les quedara a sus pobres soldados para recoger cedulas y rellenar urnas pues apenas les alcanza ya para respirar. Una guerra a fondo y terrible en todas partes y a todas horas les espera.

La derrota de 2 batallones y la prisión de un Teniente Coronel en el lapsus de 48 horas, debieran decir algo y abrirle los ojos a la realidad a los 14 batallones derrotados, los 400 prisioneros, las 800 bajas y las 507 armas ocupadas en solo 36 días en la Sierra Maestra.



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Tomado de: SIERRA MAESTRA SEPTIEMBRE 1958
Organo Oficial del Movimiento 26 de Julio publicado por el Comité de Exilio
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GRUPO DE HISTORIA DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA EN SANTA CLARA (ACRC)

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