UNA NUEVA MISIÓN PARA EL COMANDANTE JULIO CAMACHO AGUILERA
CAMACHO, JEFE DE ACCIÓN EN HABANA CAMPO.
Mientras tanto, la Dirección Nacional del 26 de Julio intercambiaba cartas aclaratorias entre La Habana y Santiago de Cuba, buscando información de lo que había ocurrido con el incumplimiento de la Marina, en relación con el plan de alzamiento del 5 de septiembre.
Por otra parte, algunos compañeros de la Dirección del 26 de Julio en Las Villas se mostraban críticos, a pesar de que en la reunión efectuada en Santa Clara el día 4 por la noche, Camacho había informado a esa Dirección, el resultado de la conversación con Faustino Pérez, donde este le había trasmitido la decisión de la Dirección Nacional de producir los hechos el 5 de septiembre, aprovechando que el día anterior las fuerzas armadas celebraban la fiesta castrenses del "4 de Septiembre"
. Pero estos compañeros desconocían en aquel momento que oficiales de la Marina de alta graduación, que fueron incorporados a última hora, habían cambiado lo acordado con el 26 de Julio y eran los responsables de los incumplimientos que afectaron los planes, dando la impresión que Cienfuegos se ha¬bía adelantado.
En los últimos días de septiembre, Marcelo Fernández, Coordinador Nacional del 26 de Julio, en unión de Osmani Cienfuegos, viajaron a Santa Clara para reunirse con Camacho. El encuentro se efectuó en la casa del doctor Pairol, donde Camacho se encontraba alojado en aquel momento. Sostuvieron una conversación, en la que se informaron mutuamente de los asuntos del trabajo y Cienfuegos era conversación obligada.
Marcelo recibió una amplia información sobre el tema y al final planteó el punto que había motivado su viaje, que era comunicar a Camacho que la Dirección del 26 de Julio estaba buscando a un compañero que reuniera las condiciones para Jefe de Acción y Sabotaje en La Habana Campo, cargo que estaba sin cubrir desde que había caído preso Enrique Hart Dávalos, quien lo desempeñaba.
El Movimiento 26 de Julio había pensado en él por la experiencia que tenía en este frente. Cuanto antes pudiera trasladarse para La Habana sería mejor, porque había mucho trabajo de urgencia que el Movimiento tenía en plan.
De momento, Raúl Perozo se quedaría en Santa Clara, que venia atendiendo Acción y Sabotaje a nivel de municipio.
Los preparativos del traslado estuvieron a cargo de Alicia Obaya y Albertico García. El doctor Guillermo Rodríguez del Pozo, llevó a Camacho a un apartamento en la calle Soledad entre San Lázaro y Jovellar, donde vivían las hermanas Sila y Merita Segredo con su mamá. Tenían una tercera hermana que vivía en la ciudad de Pinar del Río, la que en sus visitas a la familia traía información del movimiento revolucionario en aquella provincia.
La provincia de La Habana, para los efectos del trabajo del Movimiento 26 de Julio en la clandestinidad, fue dividida en dos grandes zonas: Habana Campo y Habana Ciudad.
Como es conocido, esta etapa de trabajo se realizaba en el marco de una actividad represiva muy fuerte, la tiranía estaba decidida a sofocar el movimiento revolucionario a cualquier precio, los calabozos de las estaciones de policía se mantenían llenos de revolucionarios o sospechosos, los muertos que aparecían a lo largo y ancho del país llenaban de espanto a la ciudadanía, y los jóvenes eran los más vulnerables. No obstante, el movimiento revolucionario se fortalecía y por cada muerto aparecían varios dispuestos a sustituirlo.
Entre los días finales de septiembre y los primeros de octubre de 1957, se materializa el traslado de Julio Camacho Aguilera de Las Villas para La Habana.
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Tomado de "Historia de una gesta libertadora 1952 - 1958" de Georgina Leyva Pagán- Historia-Editorial Ciencias Sociales,
Págs.157 a 159.
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GRUPO DE HISTORIA DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA EN SANTA CLARA (ACRC)
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