Rene Gilberto Ramos Latour (Daniel)

Rene Gilberto Ramos Latour (Daniel)
Antilla el 12 de mayo de 1932 - Vegas de Jibacoa,Sierra Maestra, 30 de julio 1958




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IN - MEMORIAN A - DANIEL
Ha caído luchando por Cuba Libre el comandante del ejército Revolucionario 26 de Julio, Rene Gilberto Ramos Latour (Daniel). De esta forma dio, lo último que le quedaba por ofrendar a su amada patria.

Su magnifica labor revolucionaria es necesario que sea conocida y seguida como ejemplo de sublime patriotismo. Todo servidor de la patria causa debe de mirar con reverente atención la vida de este grande hombre que ha entrado a formar parte del extenso capitulo del martirologio de los héroes nuestros como una página llena de todo el fulgor que rodea a los colosos de las luchas libertarias, de los que saben vivir para la patria y morir dignamente por ella.

Daniel, nace en Antilla el 12 de mayo de 1932.

Cursa estudios en la escuela Profesional de Comercio de Santiago de Cuba, en la que se gradúa de Contador.

Ingresa en la Universidad de Oriente a continuar su carrera que no termina porque su dignidad de ciudadano le hace formar parte de los que se levantaron verticalmente frente a la tiranía cruel y funesta implantada por Fulgencio Batista en la negra madrugada del 10 de Marzo.

Toma parte en la insurrección del 30 de Noviembre,-sube a la Sierra Maestra, gana en combate el grado de teniente, vuelva a la lucha clandestina como capitán de milicias, jefe provincial de acción en Oriente y segundo do Frank País, a la muerte de este asume con el grado de comandante la jefatura Nacional de las Milicias.

Después del fracaso de la huelga del nueve de abril, miembro ejecutivo de la dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio, vuelve a la Sierra, allí con el grado de comandante al frente de una columna se cubre de gloria participando en la derrota decisiva sufrida por las fuerzas del dictador, durante la batalla de Vegas de Jibacoa, valiente, ocupando posiciones de primera línea, encuentra la muerte este gladiador sin tacha y sin miedo.

Como muestra y ejemplo de su acendrado amor patrio y de su dedicación a los altos deberes que a la causa de la libertad diera, publicamos fragmentos bellos de la que tal vez fuera una de sus últimas cartas. Decía en ella Daniel, dirigiéndose a un amigo y compañero.

Pensarán que la boscosidad de estas montañas y sus accidentes me impidan recordar a mis buenos compañeros y amigos. Gran error, no soy de los que olvidan fácilmente. Trato con el decursar de los días de ennoblecernos más y más el espíritu, de purificarnos el alma trabajando para la humanidad y para los que sufren; y no son justas, ni nobles, ni buenas las almas que no sabe salvar las distancias para llegar a los seres que estiman y quieren.

En rápida síntesis les diré que primeramente hicimos un viaje atravesando montañas y mas montañas para llegar Hasta el punto donde estaba Fidel. Ya éste nos había remitido un recado para que viniésemos urgentemente, pues la defensa de la posición que era mas importante conservar se estaba viendo asediada por un avance combinado de las fuerzas de la dictadura que por diversos puntos intentaban penetrar valiéndose del gran número de hombres y armas conque contaban. Acudimos presurosos al llamado y estuvimos durante varios días moviéndonos constantemente reforzando hoy un punto, mañana otro, sin poder establecernos en lugar fijo.

Luego vino el combate de Santo Domingo en el que hicimos sufrir al ejército de Batista la mas aplastante derrota desde el comienzo de esta contienda, con un aproximado de mas de 130 bajas.

Después de esta impresionante victoria la situación ha variado mucho y hemos logrado rechazar cuanto intento de avance han pretendido llevar a cabo el enemigo.

Estamos empeñados en dar el golpe final a la ya tambaleante ofensiva del régimen que no ha servido mas que para fortalécernos. A diario somos ametrallados y bombardeados por la aviación, que a pesar de permanecer sobre nuestras cabezas hasta cuatro horas y media no ha logrado hacernos ni una sola baja. Estoy esperando a que pase la ofensiva para solicitar mi traslado para una zona más próxima al llano.

Ahora estamos todos aquí esperando poder liquidar muy pronto todos los campamentos del enemigo que aun quedan en las cercanías de la Sierra para invadir el llano.

El dictador inspirado por el fracaso de la Huelga que ahogaron en sangre, planeó la realización de una descomunal ofensiva contra los distintos frentes aprovechando los reclutas incorporados a sus negras filas; pero bastaron los primeros combates para desmoralizar a los soldados mercenarios de la dictadura y mantener vivo el espíritu de los rebeldes, que nunca decayó.

Ahora Batista se verá ante la tremenda realidad. Cifró sus mas caras esperanzas en una ofensiva que ya ha fracasado y tendrá que reconocer y admitir, como ya lo admiten sus tropas, que nuestras posiciones son impugnables, que ni con miles de soldados mercenarios, millones de balas y cientos de bombas facilitadas por el gobierno norteamericano, podrán vencernos. No les queda otro remedio que retirarse de la Sierra Maestra.

Llegado este instante comenzará nuestra ofensiva y nuestra invasión hacia el llano y hacia otras provincias. Ese es el momento que yo y todos ansiamos. Deseamos comenzar a construir, que es lo mas hermoso y digno que pede hacer el hombre, en un pedazo arrancado a las garras de la opresión.

Los que vieron morir a Daniel, dicen haber escuchado de sus labios un grito de "Viva Cuba Libre." Cubanos, ante el dolor inmenso que llena nuestros corazones, todas las lagrimas de madres, toda la sangre de nuestros muertos, todo el dolor y sacrificio de nuestro pueblo, alcémonos con brazo fuerte y voz de trueno, con un grito que retumbe en valles y montañas, que llegue a todo el pueblo, que lleve aliento y consuelo a los que sufren, fe y esperanza a los aterrados, que llegue hasta la madriguera del chacal, un grito como el de Daniel en su ultimo instante "Viva Cuba Libre."



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Tomado de la Revista Sierra Maestra Vol. 1 No. 7, Septiembre 1958.
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GRUPO DE HISTORIA DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA EN SANTA CLARA (ACRC)