LA MASACRE DEL CORYNTHIA
28 de Mayo 1957
El yate Corynthia, de unos cien pies de eslora y 12 de manga, fue adquirido por nueve mil dólares, a pesar de las advertencias hechas a Carlos Prío de que presentaba serios fallos técnicos, incluyendo un motor en mal estado.
Pertenecía a un grupo que bajo las banderas del Partido Auténtico recibieron entrenamiento durante 6 meses en Santo Domingo, pues Prío había aprovechado las diferencias existentes entonces entre Batista y Trujillo para entrenar a sus hombres en Santo Domingo. Ellos pensaban que habían sido reclutados para venir a Cuba a contribuir a derrocar al tirano. Conocidos los verdaderos intereses de Prío la mayoría de los hombres llevaba en sus mentes romper con Prío y su organización, y buscar la forma de incorporarse al movimiento liderado por Fidel Castro quien luchaba en la Sierra Maestra desde hacía cuatro meses.
Cronología de los hechos
A las 6:00 pm. reunidos en un pequeño apartamento enMiami, supieron que ese mismo día, a las 9:00 pm zarparían rumbo a Cuba.
La expedición no era un secreto para los servicios de inteligencia de Batista, quien estaba al tanto de los preparativos, organización y armamento, así como del lugar de desembarco.
A media tarde del 24 de mayo la radio cubana interrumpía sus señales para dar la noticia de que en la madrugada de ese día, al bordo del yate Corynthia habían desembarcado en la , veintisiete expedicionarios procedentes de Miami.
Por desperfectos técnicos del yate, este no desembarcó cerca de Baracoa, tal como había previsto Prío y esperaba Fulgencio Batista- gracias a la delación-, sino en Cayo Saetía, frente a la Bahía de Cabonico, a unos diez kilómetros de la planta niquelífera de Lengua de Pájaro, en la costa norte de la actual provincia de Holguín. En botes de pescadores arribaron a tierra firme y cuando emprendieron la marcha, Calixto Sánchez encomendó a los lugareños dar parte a las autoridades para que no corrieran peligro. Según el combatiente e historiador William Gálvez:
Ese fue su error, la tropa necesitaba la ventaja de la sorpresa para ganar los accesos de la zona montañosa, aún distante.
Dos de los expedicionarios se negaron a seguir la marcha, alegando sentirse extenuados, y la jefatura de la expedición decidió dejarlos bajo la custodia de Fernando Virelles. En un descuido suyo, los supuestos extenuados se fugaron. Capturados por el ejército batistiano, para salvar la vida, aportaron decisiva información sobre el grupo. Cowley personalmente interrogó a los dos expedicionarios.
Los expedicionarios en la tarde del desembarco estuvieron transportando armas, las medicinas y los alimentos hasta la plaza Los Coquitos.El día 26 se inició, a las 3:00 am. la operación de cerco a los expedicionarios, (que estaban perdidos y no se rindieron) dirigida por Cowley con 500 soldados y 200 guardias rurales.
En la mañana del 28, en las cercanías de un lugar conocido como Monte Santo, el grupo fue localizado. La sorpresiva acción hizo creer a los expedicionarios que estaban perdidos y se rindieron. Dos de los expedicionarios no aceptaron aquella decisión y escaparon. El resto fue trasladado al campamento situado en Cabonico.
La orden fue tajante: Rendidos no, muertos. Mientras realizaban el traslado la radio trasmitía la noticia de la muerte en combate de los expedicionarios del Corynthia, así los revolucionarios se enteraron de cual sería su verdadero destino. Chirino y sus voluntarios no caminaron mucho para cometer el asesinato. El lugar escogido fue un pequeño naranjal a orillas del arroyo La Marea. Unos minutos más tarde, se escuchó una descarga de fusilería seguida de ráfagas de subametralladoras. Ese mismo día, unas pocas horas antes, el Ejército Rebelde ponía en libertad a 16 soldados del régimen, hechos prisioneros tras la rendición del cuartel de El Uvero.
lunes, 23 de abril de 2012
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