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lunes, 23 de abril de 2012

LOS 35 DE CIENFUEGOS. EL SEGUNDO INTENTO DE ALZAMIENTO DE CAYO LOCO

LOS 35 DE CIENFUEGOS. EL SEGUNDO INTENTO DE ALZAMIENTO DE CAYO LOCO


Varias semanas después del primer intento de entrar a "Cayo Loco"del 20 de abril, los marineros de Cayo Loco vuelven a hacer contactos con el M-26-7 comenzando nuevamente los preparativos para un segundo intento de sublevación de Cienfuegos, este fue señalado inicialmente para las seis de la tarde del lunes 27 de mayo de 1957. El nuevo plan era mas depurado y seguro; solo contemplaba la realización de acciones en Cienfuegos.


Se planificó después para el 28 de mayo de 1957, y estuvo muy próximo a ocurrir el levantamiento.

En la clausura de los actos efectuados en la conmmemoración del vigésimo aniversario de la sublevación de! 5 de Septiembre en Cienfuegos, el primer secretario del Comité central del Partido Comunista de Cuba, comandante en jefe Fidel Castro, al referirse a aquel intento expresó:

"Nadie es capaz de imaginarse la extraordinaria ayuda que habría significado para los combatientes de la Sierra Maestra el alzamiento programado para el 28 de Mayo y la apertura de un segundo frente guerrillero en las montañas del Escambray.



EL INTENTO DEL 28 DE MAYO DE 1957



En esa ocasión alrededor de cien hombres fueron acuartelados en Cienfuegos, además de un grupo de 25 que en Santa Clara se encontraban al mando de Vìctor Bordòn.



La estrategia a seguir sería tomar Cayo Loco y la Policía Marítima, asaltar ferreterías y almacenes de ropa, calzado y víveres con vistas al avituallamiento ocupar varios camiones, entregar las armas a los hombres acuartelados y partir hacia las montañas del Escambray, penetrando por diversos puntos entre Cienfuegos y Manicaragua.



El 26 de mayo se reunió en casa do Emilio Aragonés el Estado Mayor de aquel movimiento, que encabezaba Haydeè Santamarìa por la dirección naciónal del M-26-7, e integrado además por Osvaldo Rodríguez Ayala, Aldo Margollés y Raúl Curbelo, de la dirección del 26 de Julio en la provincia y un grupo de marinos



. El día 27 de mayo fueron dadas las órdenes de enviar hacía Cienfuegos los grupos de combatientes seleccionados en los distintos municipios de la antigua provincia de Las Villas,los cuales se alojarían en diferentes sitios.





Estas órdenes comenzarían, a ejecutarse cuando los cuerpos sin vida de Chíqüí y Julio se encontraban tendidos en la funeraria Doménech de Santa Clara, punto de réunión de la mayoría de !os, combatientes de la zona Norte y Este de la provincia, que en aquel lugar y ante los cuerpos inertes de sus compañéros recibirían la orden de concentración en la ciudad de Cienfuegos



El grueso de esos hombres, integrado por 35 compañeros, fueron acuartelados en una casa alquilada para esos efectos en la barriada de Buenavista. Esa noche serían denunciados, cercados por la policía y arrestados.



A continuación ofrecemos los testimomos de algunos de los participantes en aquel fallido intento, quienes a la sazón militaban en el M-26-7.



Julio Chaviano Fundora, en aquel entonces jefe de acción y sabotaje en los municipios de Santo Domingo, San Diego del Valle y Esperanza: "Este segundo intento tuvo una.mayor organización, estaba la experiencia del primero. Se hizo una selección rigurosa del personal, incluso recordamos que debimos explicar a Osvaldo Rodríguez, jefe de acción en la provincia, por qué se escogió a los compañeros que participarìan en la operaciòn, en que se habían destacados, etc."



"Al llegar a Cienfuegos distribuimos nuestro personal por el Prado y otros lugares y comprobamos una organización superior, pues cuando hubo que posponer la acción se nos indicaron los sitios adonde debíamos acudir a pasar la noche. Se veía que todo estaba amarrado a nivel de detalle."



"Esa noche distribuimos el personal de acuerdo con las instrucciones recibidas, e incluso fuimos con Osvaldo Rodríguez a una de las visitas que hizo a la casa de Buenavista donde estaban los 35 compañeros acuartelados. Llevábamos un revólver 38. Osvaldo decidió que se le entregara a ellos, que estaban desarmados. Y nos fuimos a dormir."



Ixo Gallo Cortés: "A las 5 de la mañana del día 27 llegamos a la terminal de óm- nibus de La Habana, donde un compañero del Movimiento nos informó de la muerte de Chiqui Gómez y Julio Pino. Allí tomamos un ómnibus y cuando arribamos a Cienfuegos había un compañero esperandonos con la señal convenida: la mitad del cuello de la camisa vuelto hacia adentro. Nos fuimos con él en una guagua hacia la casa de Buenavista. Esta carecía de luz eléctrica, agua y muebles. Estaba allí la gente de Sagua. Antonio Larralde, Rodolfo da las Ca- sas (Casitas) y Rubén Rodríguez fueron los primeros en llegar. Más tarde, en pleno día, arribaron los demás compañeros. Los muchachos de la casa vecina, queriendo mirar por la ventana trataban de abrirla."



"No se podìa fumar por temor a que el humo se viera desde afuera. Al poco rato. unos compañeros trajeron colchonetas que la extendieron en el suelo, un botellón de agua y algunos alimentos. No fue hasta que se entregó un revólver a Casitas que se estableció la jefatura y se tomaron algunas medidas, como evitar salir de allí. En fin, se logró úna notable disciplina a pesar de las condiciones tan inseguras que ofrecía la vivienda."



Antonio Larralde Pineda: "Nosotros nos movilizamos días antes. Salimos Casita, Rubén y yo en la máquina de Rubén, —la cual» quedó a disposición del Movimiento en Cíenfuegos y, fuimos los primeros que entramos en Buenavista. Después llegaron los compañeros de Sagua la Grande, Cabaiguán, Vega Alta. La situación era difícil, había mucho calor. Casi todos los que nos encontrábamos allí habíamos estado presos o perseguidos, y teníamos experiencia de lo que estábamos haciendo, sin embargo, en determinado momento hubo gente que se puso nerviosa. Es normal, no, porque también estábamos desarmados. Eramos gente más o menos conocidas de la policía y sabíamos sus métodos y lo que nos ocurriría si caía- mos en sus manos."



"Por todas las condiciones de inseguridad que presentaba esa vivienda, los compañeros se vieron atrapados antes de que los detuvieran, pero el espíritu de disciplina y la conciencia de que pudiera peligrar la acción debido a una retirada masiva de ese lugar se impuso."



"Yo me opuse sinceramente a que nadie saliera de allí. porque tampoco podía permitirse que unos se fueran y otros se quedaran, ni era justo que éstos peligraran a causa de los qué se marcharan, y todo el mundo lo comprendió así. Este grupo de hombres demostró posteriormente su disci- plina, su abnegación por la Revolución."



"La tarde del 27 Osvaldo salió con Cuco Piña y Efren Margolles. Como a las diez de la noche entró Juan José Alvarez y el grupo de Sancti Spíritus. Sobre las diez y media tocaron a la puerta ds manera distinta a la convenida y entonces lodos nos dimos cuenta de que estábamos cogidos."



Osvaldo Rodríguez Ayala, Jefe de Acción de la Dirección Provincial del M-26-7 en Las Villas: "Alrededor de las diez de la noche, con el compañero Cuco Piña nos dirigimos a la casa del reparto Buena Vista a llevar algunos alimentos para los 35 hombres que allí estaban. A unos cien metros de la casa pudimos observar que ésta se encontraba rodeada de policías y soldados. Pudimos retirarnos del lugar y du- rante el resto de la noche y la mañana siguíente avisamos a los compañeros de los distintos municipios acuartelados en otros sitios para que salieran de Clenfuegos."



José Quian Cullen: "Sobre las diez y media de la noehe tocaron a nuestra püerta de forma distinta a la contraseña establecida.



Todos murmuraron muy baío acerca de quién podía ser. La duda se disipó rápidamente ¡Abran a la policía!, exclamaron desde el exterior. Inmediatamente todo fue mo- vimiento, pero alguien abrió la puerta. Por ella asomaron prontamente las figuras de dos policías armados de ametralladora, Al ver la cantidad de gente que había en el interior retrocedieron más rápido de lo que habían entrado, gritando a los demás: ¡Traigan refuerzos! ¡Tengan cuidado! ¡Hay muchos!.



Cuando esto acontecía por el frente, en el fondo se abría otra puerta, esta era para escapar. !Ríndanse gritaban los esbirros! salgan todos con los brazos en aito, están rodeados.! Eso ío comprobaríamos casi al instante, porque al tratar de salir por la puerta trasera nos volvieron a gritar desde el fondo.



Entonces, Casitas que tenía el único revólver con que contábamos, lo descargó sobre los esbirros. Aquello pareció ser la señal. De inmediato se desató un verdadero vendabal de disparos.Las balas trazadoras penetraban por las ventanas para ir a es- trellarse contra las paredes interiores de la vivienda, fraccionándose! en pequeños pedazos que hirieron a algunos compañeros.



Tiraban como 11evados de una locura, histéricos, poseídos por el miedo, como buscando en el estampido de sus armas el valor que les faltaba. Gritaban ¡Busquen refuerzos, son muchos, avisen al ejército!

Al fin la calma, fuimos saliendo puco a poco de la casa, con los brazos entrelazados detrás de la cabeza. ¡No se acerquen!, nos ordenaban. ¡Échense al 'suelo y no quiten los brazos de la nuca'.



Al llegar la rural y un carro-jaula. entonces se envalentonaron y se desató otro vendabal, éste era de golpes, injurias, ofensas y malas palabras. A Rubén Rodríguez le propinaron un culatazo en la frente que lo lanzó sangrando copiosamente y casi sin sentido. Yo recibí otros dos cuando acudí a socorrerlo.



En el cuartel los soldados formaron una doble hilera hasta la puerta de la celda. Al pasar entre la misma nos golpeaban con las culatas y con cuanto objeto tenían a mano.



Antonio Larralde : "Después que estabamos en la celda comenzaron a sacar a la gente para pegarle. Entre esos compañeros estaba Juan José Alvarez, obrero del entonces' central Tuínicú, quien regresó ya con la columna vertebraÍ lesionada por los culatazos. "



"Hay que señalar que estos golpes que se dieron al principio no obedecían a ningún intento de obtener información, sino a un salvaje desahogo de su ira. El hecho de que aquellos en quienes se cebaron no hablaran fue de vital importancia para la moral el resto de los prisioneros, pues una vez llegado el interrogatorio mediante la aplicación metódica, sistemática de tortüras para obtener información, todos lo soportaron con extraordinaria abnegación."



José Quian: "Nos llevaron uno a uno ante los distintos grupos de torturas que organizaron. Todos regresaban déstrozados por los golpes, la piel rasgada, sangrante, marcada para siempre. Recordamos a Matienzo con la espalda parecida a la piel de una cebra, a Tomás Morales con su guayabera blanquirroja hecha jirones a golpes de pizajo, a Larralde, golpeado y maltrecho, con su vesícula lesionada; a Juan José Alvarez, inmóvil a consecuencia de un culatazo en la columna vertebral. Todos en un mayor o menor grado tenían marcada la huella de lo que representaba la dictadura."



Antonio Larralde: "Esa noche, aquellos 35 hombres realmente soportaron con. estoicismo, con unos principios revolucionarios muy firmes todo género de torturas. Los guardias partieron costillas, halaron testículos, dieron golpes. Fue una noche terrible; es difícil hablar serenamente de esa noche."

"Ellos trataban de descubrir quién era el jefe, trataron de encontrar una cabeza, porque no concebían que aquellos 35 combatientes estuvieran acéfalos allí. Incluso cuando uno regresaba luego de la golpiza trataban de ver con quien hablaba."



"Así logramos organizamos internamente de forma que conociéramos qué hablaba cada compañero, qué decía, y hay que expressar que todos se comportaron con una firmeza total, una solidaridad absoluta. Me parece que cualquiera que salía de la cárcel se dejaba matar antes que delatar. Eso fue expresión de un gran valor colectivo, una cosa que se impregnó en todos nosotros y que nos ayudó mucho,



De ese colectivo, que era bastante sélecto, e1 grupo de Sagua la Grande participó posteriormente en la huelga del 9 de Abril, en la que cayó Sampedro. También tomaron parte en la acción. Matiénzo y Vila, y otros que estuvieon presos con nosotros. De los de Cabaiguán, Félix y Lorenzo estuvieron luego en el alzamiento de La Llorona y salvaron la vida milagrosamente. Los de Vega Alta: Polo Galban, su hermano Jesús y otros integraron después la Columna de Camilo Cientuégos. Los compañeros de Cruces; Rodríguez Bueno y José Ramón Sánchez, también se mcorporaron al Ejército Rebelde. Los de Sancti Spíritus igualmente combatieron en el Ejército Rebelde, con excepción de Juan José, que estaba prácticamente inválido debido a los golpes sufridos. Los compañeros que vinieron de Santa Clara y La Habana, Rodolfo dé las Casas (Casitas) y José Quián, se trasladaron posteriormente a la Sierra Maestra e integraron la Columna No. 1 "José Martí".



Pedro Antonio Aragonés: "La forma en que se comportaron los 35 compañeros infundió en los marinos más confianza en el Movimiento, pues cuando ellos conocieron que a pesar de las torturas estos hombres no hablaron, eso les dio mucha confianza, fíjense si fue así, que al día siguientn de yo haber estado preso me enviaron un mensaje con el fin de reanudar los contactos."



Antonio Larralde: "Creo que este hecho repercutió favorablemente en la conciencia de la población para el triunfo definitivo. Después de nuestro fracaso se pudo dar un 5 de Septiembre, y creo que todos estos pequeños aportes fueron creando las condiciones objetivas del proceso que vivimos, y al final todo el pueblo de Las Villas se unió a la Revolución como lo demostró en Santa Clara con lu incorporación masiva de combatientes que nos condujo al triunfo".



En la foto aparecen de izquierda a derecha de pie: Roberto Paz Sánchez, Félix Hurtado Manso, Julio Aguilera Quintana, Manuel Matienzo Abuela y Pablo Guillermo Pérez Ruiz.

Agachados: Diego Viera Ruiz, Eladio Pérez León, Rodolfo de las Casas Pérez (Casitas) y José Quián Cullén (Cheo)



Sobre este episodio, nuestro Comandante en Jefe expresó en ocasión del vigésimo aniversario del 5 de Septiembre:



"Hay que decir en honor de esos hombres, algunos de los cuales murieron después y muchos de los cuales viven, que a pesar de que fueron torturados y maltratados por las fuerzas represivas, ninguno de ellos dijo una sola palabra. Y así pudo, preservarse el secreto del grupo de marinos revolucionarios que conspiraban junto al Movimiento 26 de Julio".







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RELACIÓN DE LOS 35 DETENIDOS EN CIENFUEGOS EN EL 2DO. INTENTO DE TOMAR CAYO LOCO.

No--- Nombre--- 1er. Apellido--- 2do. Apellido-- Edad--- Municipio



1--- Ruben Rodríguez Pèrez--- 25 Florencia,Camaguey



2--- Ixo Gallo Cortès---21 Santa Clara



3--- Antonio Alfredo Larralde Pineda --- 25 Santa Clara



4--- Israel Abreu Villareal--- 25 Santa Clara



5--- Rodolfo de las Casas Pèrez--- 20 Santa Clara



6--- Julio Aguilera Quintana ---34 San Gil, Encrucijada



7--- Angel Pérez Pérez--- Encrucijada



8--- Ladislao Delgado Rodríguez--- 27 Santa Clara



9--- Leopoldo Galbán Izquierdo--- 23 Santa Clara



10--- Jesús Galbán Izquierdo--- 34 Santa Clara



11--- Ramón Pérez Pérez--- Santa Clara



12--- Juan Francisco Haro Fernández--- 25 Vueltas, Caibarién--Falleció el 4 marzo 1960 en el sabotaje del vapor La Coubre



13--- Vicente Pérez Hernández--- 19 Vueltas, Caibarién



14--- José Fernández Sarduy--- 18 Central Carmita



15--- José Suárez Machado--- 41 Cruces,



16--- José Antonio Rodríguez Sánchez--- 24 Cruces



17--- Ovidio Martín Cruz--- 21 Cruces



18--- Rafael Alba Fernández--- 34 Sagua la Grande



19--- Emilio Quiroga Suárez--- 26 Sagua la Grande



20--- Jesús Ramón Vila Fernández--- 29 Sagua la Grande



21--- Leonardo San Pedro Fernández--- 32 Sagua la Grande



22--- Manuel Matíenzo Abuela--- 27 Sagua la Grande



23--- Tomás Morales Sosa--- 24 Sagua la Grande



24--- Eduardo González González--- 27 Sagua la Grande



25--- Pablo Guillermo Pérez Ruiz--- 28 Sancti Spíritus



26--- Orestes Quesada Julián--- 19 Sancti Spíritus



27--- Juan Fabián Alvarez Bernal--- Guayos



28--- Félix Hurtado Manso--- 25 Cabaiguán



29--- Eladio Pérez León --- 21 Cabaiguán



30--- Oscar Alfonso Carrillo--- Cabaiguán



31--- Diego Viera Díaz--- 18 Cabaiguán



32--- Adalberto Ravelo Rodríguez--- 18 Sancti Spíritus



33--- Guillermo E. Verdecia Alvarez--- 22 Cabaiguán



34--- Roberto Paz Sánchez ---20 Calabazar de Sagua



35--- José A. Quián Cullén--- 27 Vedado, Habana









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Fuente: "El empeño persistente del 20 de abril". Publicado en Vanaguardia de Santa Clara el 26 de Mayo 1982

"Antecedentes de la sublevación de Cienfuegos". Publicado en Vanguardia de Santa Clara el 5 de Septiembre 1981

Por Raúl Sarmiento Carreras (Diosdado)







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