Buscar este blog

miércoles, 30 de noviembre de 2011

El combate del Escuadrón 31

El combate del Escuadrón 31
Un pasaje de la Batalla de Santa Clara
En su libro "Pasajes de la Guerra Revolucionaria" el comandante Ernesto Guevara, al referirse a la Batalla de Santa Clara dice:


"Mientras las tropas del Directorio Revolucionario se encargaban de tomar el cuartel número 31 de la guardia rural, nosotros nos dedicábamos a sitiar casi todos los puestos fuertes de Santa Clara: aunque fundamentalmente, establecíamos nuestra lucha contra los defensores del tren blindado situado a la entrada del camino de Camajuaní, posiciones defendidas con tenacidad por el Ejercito, con un equipo excelente para nuestras posibilidades".

Las tropas del Directorio Revolucionario que participarian en la Batalla de Santa Clara Se habían dividido en dos columnas, una que atacaría el Cuartel de los Caballitos, y otra, la integrada por el Comando "Ramón Pando Ferrer", que al mando del capitán Raúl Nieves Mestre lucharía contra el Esuadrón 31 de la Guardia Rural.

El escuadrón era defendido por unos 300 soldados apoyados por dos tanques y cinco carros blindados y estaba ubicado al sur de la ciudad dominando las carreteras de Manicaragua y Báez.

Las fuerzas del Comando "Ramón Pando Ferrer",integradas por 43 combatientes del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, armados con 2 Ametralladoras Thompson, 3 M-1, 5 Garant, 15 Springfields, 2 Winchester y una diversidad de San Critóbal, Carabina Italiana, Escopetas Calibre 16, Retrocargas y pistoles,como se detalla a continuación :


--------------------------------------------------------------------------------
Integrantes del "Comando Ramón Pando Ferrer del Directorio Revolucionario 13 de Marzo" y armas que portaban para el ataque al Escuadrón 31, el 28 de Diciembre 1958
--------------------------------------------------------------------------------


Número de orden Nombre y apellidos del combatiente Arma que utilizaba
1 Capitán Raúl Nieves Mestre Ametralladora Thompson. y pistola
2 Capitán Roberto Fleites M-1
3 Tte. Guillermo Anido del Pino Garant, pistola
4 Tte. Victor Dreke Ametralladora Thompson
5 Arturo Rodríguez Springfields
6 R. Martínez Springfields
7 Antonio Artiles Springfields
8 Anselmo Ortega Springfields
9 Enrique Rodríguez Winchester
10 Juan Morales Retrocarga
11 Jesús Rivas Pistola 45
12 J. G. Pérez Garant
13 E. Beguistaín Garant, pistola 45.
14 Angelito Alex Springfields
15 José Lutgardo González Automática
16 Roberto Sacerio Granket
17 Rene Ledesma Rifle 44
18 José Trujillo Springfields
19 Arcadio Fleites Retrocarga
20 Ramón Palma Escopeta calibre 16
21 Carlos Sanchidrían Springfields
22 Agapito García Springfields
23 Sebastián Nieves Mestre M-1
24 Manuel Nieves Mestre Carabina Italiana
25 Kil Nieves Mestre Aching pistola 45
26 Lucio García Revólver y escopeta
27 Pedro Cruz San Cristóbal
28 Gilberto Arencibia Springfields
29 Leandro Nieves M-1
30 Adolfo Alfonso Springfields
31 Antonio Morales Pistola 45
32 Ariel Barreras Winchester
33 Alexis Sánchez Garant
34 Jaime Solape Springfield
35 Felicito Pérez Retrocarga
36 Abelardo Ferreira Garant
37 Antonio Pérez Springfieds
38 Elio Pino Springfields
39 Julio Cárdenas Springfields
40 Eugenio Martínez Retrocarga
41 Lutgardo Pedrosa Springfields
42 Román Pérez Automática
43 Silvio González Retrocarga


Reforzadas además con militantes del Movimiento 26 de Julio los que totalizaban no más de 70 combatientes avanzaron durante la madrugada del día 28 de diciembre de 1958, en un columna compuesta por jeeps, autos y camiones a cumplir la misión asignada por el Che.

Al frente de la columna iba el capitán Raúl Nieves Mestre, a la derecha en la foto, con su estado mayor integrado por los tenientes Victor Dreke Cruz y Guillermo Anido del Pino, a la izquierda en la foto. El avance hacia la ciudad se hizo lento debido a la gran cantidad de obstáculos que había en el camino.

La mayoría de los integrantes del comando eran oriundos de Santa Clara y la misión encomendada de combatir de nuevo en sus calles, escenarios de sus luchas clandestinas, les hacía sortear cualquier dificultad por cumplirla.

Todos habían recibido con alegría la orden de atacar a Santa Clara y mientras avanzaban sus mentes se llenaban de recuerdos: La concentración frente al Ayuntamiento el propio 10 de marzo de 1952, cuando los politiqueros les habían prometidos armas para resistir al golpe de estado; las manifestaciones por sus calles; los mítines relámpagos; la huelga azucarera; los primeros intentos de alzamiento en el Escambray; la extraordinaria huelga cuando la muerte del inolvidable Frank País; los combates del 9 de abril; las tensiones de la vida cladestina, el vivir acosados, perseguidos. Y aunque algunos de sus integrantes ya habían traspasado las puertas de la ciudad en pequeñas acciones en ese propio mes, los días 8, 13 y 19, ahora volvían a Santa Clara con más conciencia y disciplina, veteranos de combates, formando el frente común que comandado por el Che nucleaba a las distintas fuerzas revolucionarias que operaban en el Escambray.

Aproximadamente a las ocho de la mañana entraban a Santa Clara. Sorpresivamente, la columna fue atacada por la aviación, no obstante, los combatientes ansiosos por cumplir su misión prosiguieron el avance a pie. La marcha se hacia difícil, pues del Escuadrón comenzaron a disparar al mismo tiempo que la aviación ametrallaba la carretera.

EL CERCO AL ESCUADRÓN 31

Frente al Escuadrón había un solar yermo de unos trescientos metros de largo por cien de ancho, que dejaba casi sin posibilidades de parapeto a los combatientes. Ese frente estaba resguardado por dos tanques y tanquetas.

Nieves, Dreke y Anido, organizaron el ataque situando a un número determinado de hombres frente al Escuadrón, usando de parapeto las casas y'edificios, de igual forma se cubrieron los flancos y el fondo del mismo hasta llegar a rodear al cuartel. De esa forma se trabó combate.
Los tanques y tanquetas que se encontraban frente al cuartel abrieron fuego rasante contra las avanzadas rebeldes, ai mismo tiempo que la aviación enemiga proseguía hostigándolos con su ametrallamiento.

Muchas casas y edificios habitados por familias fueron alcanzados por los proyectiles de la aviación enemiga que tomaba al pueblo indelenso como objetivos militares. Esto contribuyó a vincular aún más al pueblo con los combatientes revolucionarios.

Al mediodía algunas de las tanquetas que estaban en el Escuadrón avanzaron disparando hacia las posiciones de los rebeldes, ocasión que aprovechaban algunos guardias para salir cuartel, disparar sobre los emplazamientos de los rebeldes y retroceder de nuevo al interior del cuartel mientras otros salían a repetir la ope- ración anterior.

Para contrarrestar este hostigamiento enemigo, Víctor Dreke organizó un grupo de milicianos que armados de "cocteles molotov" trataban de incendiar a las tanquetas en sus incursiones.

Mientras esto ocurría del Regimiento "Leoncio Vidal" había salido una tropa de infantería que respaldada por tanques se dirigía a reforzar a los sitiados.

El avance del refuerzo se realizaba atravesando el barrio del Condado. Ante esta situación. el capitán Raúl Nieves escogió a un grupo de hombres que al mando del teniente Guillermo Anido del Pino tendrían como misión entablar cómbate a esta tropa y detener su avance.

PUEBLO COMBATIENTE

Al salir a la calle de Cuba, los combatientes designados fueron gratamente sorprendidos por el número considerablemente grande de jóvenes los seguían: era el pueblo que organizado, combatiente y disciplinado luchaba junto a los combatientes del Ejercito Rebelde.

El apoyo popular se manifestó de múltiples formas: en las calles, el pueblo había atravesado guaguas, camiones, autos, muebles y cuanto objeto pudiera obstaculizar el avance del enemigo. El espectáculo del pueblo construyendo barricadas era maravilloso.

De inmediato el teniente Anido dió la orden preparar botellas de "cocteles molotov", situándolas convenientemente por donde se preveía sería paso obligado de los tanques y la infantería enemiga.

Los hombres que se iniciaban en la lucha guerrillerai esperaban tranquilamente el avance de los tanques. El pueblo había perdido el miedo. Uno de esos hombres anónimos, parapetado en los altos del Hotel Bristol en la calle Cuba bombardeó con "cocteles molotov" al tanque que encabezaba el refuerzo, obligándolo a retroceder envuelto en llamas, mientras la infantería que avanzaba detrás del tanque huía de forma vergonzosa.Los rebeldes les arrebataban tanques y camiones blindados al ejército batistiano.


Otro refuerzo de infantería protegido por dos tanques avanzaba por la calle Estrada Palma del Condado en dirección al puente "Americano". Los combatientes se situaron con venientemente a unos cuarenta metros de la salida del puente, con orden de dejar pasar al primer tanque y al primer pelotón ds infantería, y cuando se disponía pasar el segundo tanque con su correspondieníe pelotón, se abrió nutrido fuego barriéndose desde distintos puntos a la soldadesca batistiana que se retiró desorganizadamente junto con sus tanques, que a pesar de su grueso blindaje y de su gran volumen de fuego no hicieron frente a los revolucionarios.

Este fue el ultimo intento del Regimiento a "Leoncio Vidal" de reforzar a los sitiados en el Escuadrón 31.

LA CAÍDA DEL HEROICO ROBERTO FLEITES GONZALEZ

El cerco al cuartel contiauaba desarrollándose normalmente, cuando en un intento desesperado de los sitiados por romperlo, sale un tanque del Escuadrón disparando repetidas veces sobre el centro de operación del comando rebelde. Inmediatamente los combatientes abren fuego contra el mismo pero a pesar de ello el tanque seguía avanzando. El valeroso Roberto Fleites, hijo de Santa Clara, disparaba su M-l contra el tanque.

Comprendiendo los combatientes que era imposible parar el tanque con armas de infantería lo dejan pasar, mientras Fleites continuaba disparando contra este.

Raúl Nieves le grita que se aparte, pero su extraordinario valor le hacia llevar su osadía más allá de los límites de la más elemental prudencia. Un cañonazo del tanque le dio en pleno rostro a aquel. valiente combatiente revolucionario, que se había destacado en la lucha clandestina en la la ciudad por su participación en el ajusticiamiento ejemplarizante al aviador que señalaba los puntos a bombardear en el Escambray; en el ajusticiamiento en plena tarde de un sargento asesino y torturador y en el rescate de un revolucionario preso en la cárcel de Santa Clara, ocasión en que cayó el valioso Ramón González Coro.

El combate continuó desarrollándose y el tanque fue detenido y capturado, y es el que hoy se encuentra en la Plaza "Ignacio Agrumonte" de la Universidad de la Habana.

EL CAÑÓN SIN RETROCESO

Del exterior del país ,llegó una avioneta que aterrizó en el territorio del Escambray, en ella vino Carlos Figueredo, quien acompañara a José Antonio Echevarría en el asalto a Radio Reloj. Entre las armas que traía se destacaba una amtralladora calibre 38 de emfríamiento por agua y un cañón sin retroceso. Estas armas llegaron a Santa Clara en la noche del día 29, y entre el compañero Víctor Dreke y Carlos Figueredo se procedió a armarlo situándolo entre unos tres cientos a cuatrocientos metros frente al Escuadrón.

El cañón operado por Figueredo y Dreke se dedicó a hostigar constantemente al Escuadrón desde los distintos emplazamientos en que lo iban ubicando de acuerdo con las circunstancias.

Ya se había rendido el Cuartel de los Caballitos, y los combatientes que habían participado en él se incorporaron al combate del Escuadrón 31.

Toda el área aledaña al cuartel estaba dominada por los rebeldes. Las calles de acceso estaban bloqueadas para impedir la llegada de nuevos refuerzos. Ahora todas las fuerzas se concentraron en el combate contra el mismo.

Durante el día 30. el Che tomó el tren blindado y las tropas del Movimiento 26 de Julio, continuaban combatiendo en la Estación de Poncía. Gran Hotel, Gobierno Provincial, y otros lugares. En todas partes se peleaba bravamente.

Conjuntamente con el desarrollo de los combates, se realizan numerosas detenciones de confidentes que eran trasladados para el Hotel Bristol, en la calle Cuba frente al Hospital "San Juan de Dios" el que quedó convertido en Cárcel Revoluciónaria. El propio pueblo, que era quién conocía ampliamente a los delatores, los detenía y los presentaba ante los oficiales rebeldes encargados de esa cárcel del pueblo.

EL APOYO DEL CHE

El día 31 el combate entraba en su cuarto día y los atacantes habían agotado prácticamente el parque. El jefe del comando, capitán Raúl Nieves se dirigió al encuentro con el Che, y al solicitarle granadas y municiones, el Che le dijo: —¿Para qué quieres balas para dejar ir a los soldados? Nieves le contestó que a él no se le iban los soldados. Entonces el Che se sonrió en una forma afectiva, cariñosa, y ordenó que se le entregara inmediatamente el parque que necesitaba, agregando que enviaría algunos de sus hombres para reforzar su posición, cuestión ésta que se cumplimentó de inmediato.

En las caballeriza del Escuadrón cayó también el magnífico combatiente Fernando Cuesta Piloto, natural de Palmira y conocido por "Cienfuegos", militante del M-26-7 que se destacaba por su valor y decisión frente al enemigo.

En los alrededores del Escuadrón se encontraban los cadáveres de algunos civiles, así como de soldados de la tiranía.

La desmoralización comenzó a manifestarse al sorprender el teniente Guillermo Anido a un grupo de soldados saliendo de una de las casa aledañas en franca posición de huida pero portando armas y en zafarrancho de combate

El capitán Raúl Nieves dió la orden de fuego y quedaron fulminados. De inmediato los revolucionarios comenzaron a registrar minuciosamente las casas de los alrededores en evitación de la fuga de los asesinos que se sabía habían escapado del interior del cuartel.

LA RENDICIÓN

Con el abundante parque recibido, la noche del 31 de diciembre se intensificó el tiroteo. A las tres de la madrugada, se dio la orden de alto al fuego. El capitán Raúl Nieves se situó junto con otros compañeros en la tapia de una casita que colindaba unos veinte metros del cuartel y dirigiéndose al jefe del Escuadrón, capitán Milián, le dijo:

—Le habla el jefe de la operación de la toma del Escuadrón 31 que dió la orden de alto al fuego, y lo conminó a rendirse.

El capitán Milíán contestó que un militar pundunoroso no se rendía

Nieves le insistió.

El militar respondió que no podía rendirse, porque tenía muchos muertos y heridos.

El jefe del comando rebelde le recordó que el cuartel se encontraba rodeado y aislado, que los tanques y tanquetas estaban silenciados y sus dotaciones escondidas en el Escuadrón, y añadió: "tiene cinco minutos para rendirse", de lo contrario daría la orden de abrir fuego y que en esta oportunidad tomarían el Escuadrón por asalto. Que lo bombardearían con "cocteles molotov" y que las llamas serian su destino, y concluyó diciendo: "Ríndanse ahora que aún es tiempo. Después no habrá tregua".


Pasados unos minutos se dirigió de nuevo al jefe del Escuadrón inquiriendo: "Que ha determinado?" Este respondió que al aclarar quería sostener una entrevista con el jefe rebelde en la puerta del Escuadrón para acordar la entrega del msimo, e insistíó en que no se disparara. El capitán Nieves aceptó la proposición corriendo la orden de no disparar.

Al amanecer, aproximadamente a las seis de la mañana, el militar gritó pidiendo al capitán rebelde que fuera a su encuentro, que él iría al suyo.

Ambos se encontraron en la explanada frente al Escuadrón. El militar enarbolaba una sábana blanca a modo de bandera. El silencio era sepulcral. El capitán Milián proponía rendirse a condición de que se le diera la libertad a él, así como a los oficiales, clases y soldados.El capitán Nieves aceptó el compromiso con la excepción de la libertad de él, así como de los asesinos que pudieran encontrarse dentro de la tropa, cuestión que sería determinada por la superioridad. Aceptó.

El jefe rebelde le dijo al capitán enemigo que lo acompañara a ver al Che para determinar su libertad. Se trasladaron en una micro-onda del Escuadrón rendido, desde la cual, el capitán Milián se comunicó con el Regimiento "Leoncio Vidal", y les dijo que iba a rendirse. Del Regimiento le insistieron en que no se rindiera. El militar reiteró que se había rendido y colgó el micrófono.

Amanecía el Primero de Enero de 1959,

RELACIÓN DE ARMAS Y EQUIPOS OCUPADOS EN EL ESCUADRÓN 31


88 Carabinas brasileñas

24 Carabinas San Cristóbal

70 Springfields

40 Garands

1 Browning

9 Ametralladoras Thompson

2 Carabinas italianas

3 Carabinas M-1

2 Tanquetas

5 Carros Blindados

6 jeeps.

4 automóviles

--------------------------------------------------------------------------------

(publicado en Vanguardia de Santa Clara, el 30 de Diciembre de 1981)


--------------------------------------------------------------------------------


GRUPO DE HISTORIA DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA EN SANTA CLARA (ACRC)

No hay comentarios:

Publicar un comentario