OSVALDO RODRIGUEZ AYALA

EN HOMENAJE A LA MEMORIA DE OSVALDO RODRIGUEZ AYALA


PUBLICAMOS SU RELATO SOBRE LA IDEA DE CREAR UN FRENTE EN EL ESCAMBRAY

Al principio teníamos la idea de que las montañas del Escambray no ofrecían las condiciones para un alzamiento duradero.




La dirección del M-26-7 en Las Villas fuimos adquiriendo conocimientos sobre el Escambray, sobre sus cuevas, su vegetación y amplitud, de lo cual nos percatamos cuando en unión de Virgilio Rivas y Sinecio Walsh (1) dimos un recorrido guiados por los hermanos de apellidos Cárdenas, a través de esas montañas y pudimos constatar que efectivamente existían las condiciones para la lucha allí. Esta idea se le trasmitió a Faustino Pérez en una reunión que sostuvo la dirección del M-26-7 de Las Villas con él. A Faustino le pareció buena la idea, incluso realizó un recorrido por los alrededores de las montañas del Escambray y quedó en trasmitirlo a la Dirección Nacional.





El M-26-7 de Las Villas comenzó a realizar algunos preparativos tales como traslados de cantimploras, hachas, herramientas, telas para uniformes, pomos de sal, y otras cosas hacia las cuevas del Escambray. Esto se realizaba en una camioneta de un almacén de víveres de Santa Clara.





Contábamos con algunas armas cortas y algunos fusiles marca Jhonson y una ametralladora que había conseguido Carlos Martínez, miembro de la Dirección Provincial del M-26-7. Esas armas fueron posteriormente enviadas a la Sierra Maestra cumpliendo órdenes de Frank Pais, pues en aquellos momentos era necesario fortalecer a la Sierra Maestra que tenía muchos hombres sin armas. Así fue que hubo que esperar para el alzamiento en el Escambray.





El objetivo que perseguía esta idea de un Segundo Frente en el Escambray era fundamentalmente en apoyo a la Sierra Maestra pues el Ejército de la tiranía se vería obligado a desviar fuerzas hacia este nuevo foco guerrillero. Esto comenzó a tomar fuerza a principios del año 1957.







PRIMER INTENTO DE CAYO LOCO DEL 20 DE ABRIL DE 1957



Conocíamos como miembro de la dirección del M-26-7 que existía un grupo de marinos en Cienfuegos que estaban conspirando y que iban a secundar el desembarco de Fidel el 30 de Noviembre, no teníamos detalles pues atendíamos el frente obrero en aquellos días . Las coordinaciones con los marinos las establecían los compañeros Santiago Riera y Cheché Alfonso, coordinador y jefe acción respectivamente.





En el mes de Febrero de 1957, ya como jefe de acción y sabotaje del M-26-7 en Las Villas, el compañero Rafael Marín, jefe del M-26-7 en Palmira nos presentó a Emilio Aragonés y Aldo Margolles, ambos del M-26-7 en Cienfuegos, quienes habían sido abordados por los marinos de que querían producir el asalto a Cayo Loco, pero ponían como condición de que solo querían contacto con el M-26-7 y tratar con la menor cantidad de personas como medida de seguridad. Entre los marinos existían fracciones de la Triple A y otros grupos del autenticismo a los que el grupo que se nos acercó no quería darles participación. Tenemos entendido que muchos de estos compañeros tuvieron una actitud valiente y positiva durante el combate, entre ellos algunos mártires en el alzamiento del 5 de septiembre.





A los pocos días de la visita de Aragonés y demás compañeros me trasladé a Cienfuegos y después de sostener un cambio de impresiones con Argonés, Marín, Margolles y un sargento de la marina retirado nombrado Julio O¨Bourke, me trasladaron a casa de Humberto Marín en la Calle San Carlos donde tuvimos la primera entrevista con el cabo de la marina Santiago Ríos, quién nos ratificó que sólo quería contactos con el M-26-7, pues la gente de Prío y su camarilla sólo aspiraban a un putsch militar donde se volvía cuentos y dilaciones.





Posteriormente celebramos varias reuniones en la casa de Aragonés donde se confeccionaron planos del Cayo, el Cuartel y el de la ciudad en general.





En ese primer intento el plan consistía en que el M-26-7 entrara a Cayo Loco a las 6.00 p.m., tomara las armas y subiera para las montañas, simultáneamente otros grupos de la provincia atacarían los cuartelitos de Mataguá, Manicaragua, El Hoyo, La Moza y Cumanayagua, y unirnos en las montañas. Había unos guajiros con algunos conocimientos en guerrillas encargados de divulgar las señas para reconocernos y organizarnos.





Una vez producido el alzamiento todo eso lo tendríamos en nuestro poder al mediodía del propio día 20 de abril, así como otro grupo de Cienfuegos que volarían los puentes cercanos a la ciudad. Estos últimos detalles no llegaron nunca a nuestro poder pues alrededor de la 1:00 p.m. recibimos el aviso de Emilio Aragonés de que los marinos habían sido acuartelados, no sabemos el motivo, por lo tanto la entrada a Cayo Loco era imposible, pues se había previsto de después de las 6.00 p.m. la posta de entrada estaría custodiada por marinos complotados y existiría poca cantidad de alistados dentro del cuartel. Así pues, todos los compañeros que se encontraban en distintos lugares de Santa Clara fueron avisados de que volvieran a sus lugares de procedencia. Para estos avisos, lo mismo que para organizar su acuartelamiento, trabajaron los compañeros: Guillermo Rodríguez, Aleida March, Virgilio Rivas y Margarita Clúa. Por supuesto, que nadie conocía de que acción se trataba con excepción de la dirección del M-26-7 de la provincia y Cienfuegos.







SEGUNDO INTENTO 28 DE MAYO DE 1957



Pasadas dos o tres semanas, volvimos a hacer contacto con Santiago Ríos a solicitud de éste y comenzaron de nuevo los preparativos, fijándose la fecha del 28 de mayo a las 6.00 p.m., cambiándose posteriormente para las 5.00 a.m. por razón de los marinos que estarían de posta en la entrada.





Esta vez el plan era más depurado, más seguro pues sólo se realizarían acciones en Cienfuegos, para evitar que una mala sincronización entre las distintas acciones planificadas la primera vez, pudiera poner en peligro el alzamiento.





Para este plan se concentraría en Cienfuegos casi todos los jefes de acción de los distintos municipios y los hombres mejor preparados desde el punto de vista físico pues se trataría de llevar a aquellos que hubieran realizado algún tipo de entrenamiento militar, prácticas de tiro, etc..





A través de Guillermo Rodríguez, Aleida March, Virgilio Rivas y yo, previa coordinación con los compañeros Emilio Aragonés, Cuco Piña, Totico Aragonés, Puyín Olascoaga y otros compañeros de Cienfuegos se fueron enviando hacia la ciudad los grupos de compañeros de distintos municipios los cuales serían recibidos y alojados en distintos lugares, además en la casa del Reparto Buenavista donde fueron delatados y apresados 35 compañeros.





Los compañeros del M-26-7 de Cienfuegos por su parte acuartelaron un buen grupo de la propia localidad.





En resumidas cuentas entre cienfuegueros y miembros del M-26-7 del resto de los municipios teníamos alredor de 100 hombres acuartelados en Cienfuegos y además grupos en Santa Clara de 20 - 25 hombres al mando de Victor Bordón que partirían para Cienfuegos o directamente para el Escambray según salieran las cosas.





La estrategia a seguir sería:





1.- Tomar Cayo Loco y seguidamente la Policía Marítima que era también un objetivo fácil.





2.- Asaltar ferreterías y almacenes de ropa, calzado y víveres (avituallamiento)





3.- Ocupar varios camiones





4.- Entregar las armas a todos los hombres acuartelados.





5.- Partir hacia las montañas penetrando por varios lugares entre Cienfuegos y Manicaragua.





El día antes de la fecha señalada para tomar el Cayo, en la casa de Emilio Aragonés estábamos reunidos los que formábamos el Estado Mayor de aquel movimiento donde se encontraba la Haydee Santamaría y Javier Pazos los cuales pertenecía a la dirección nacional del M-26-7, Aldo Margolles, Raúl Curbelo, por los marinos llegaron en la noche Santiago Ríos y otros dos que no recuerdo sus nombres.





Allí al atardecer ajustábamos detalles, estudiábamos algunos planos de la montaña y de la ciudad. También se barajaban distintos nombres para comandar las tropas en la lucha y un sin número de detalles más.





Alrededor de las 9.00 p.m. el compañero Cuco Piña y yo, nos dirigimos a la casa del Reparto Buenavista a llevar algunos alimentos a los 35 combatientes allí acuartelados, y a unos cien metros de la casa pudimos observar que esta se encontraba rodeada de policías y soldados.





Nos dieron el alto, pero gracias a la serenidad del compañero Piña que conducía el auto, dimos un rápido giro y pudimos escapar y avisar al estado mayor quienes pudieron salir de Cienfuegos antes de que bloquearan las salidas de la ciudad.





Durante el resto de la noche y en la mañana siguiente pudimos avisar al resto de los compañeros de los distintos municipios lo que había sucedido para que evacuaran la ciudad como pudieran.





Yo pude salir y llegar hasta Santiago de Cuba para informar de los hechos a Frank País





En aquella oportunidad calificamos como un tremendo fracaso los hechos, pues creíamos haber perdido la oportunidad de crear un Segundo Frente con compañeros valiosos que como dijera Fidel en su discurso del 5 de Septiembre, seguramente hubiera adelantado el triunfo de la Revolución,







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Entrevista a Osvaldo Rodríguez Ayala, abril 1977

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(1)

Sinecio Walsh traicionó a la Revolución. Era oriundo de Mataguá y pertenecía al M-26-7, se alzó en su zona natal y se asentó en Minas Bajas, terminó la guerra con el grado de capitán.





Fue nombrado jefe del Escuadrón de la Policía Rural Revolucionaria en Cruces y en el ejercicio de su jefatura se hizo notorio por las borracheras en fiestas y lidia de gallos. Rodeado de desafectos y resentidos, en el propio 1959 comenzó a conspirar contra la Revolución por lo cual fue licenciado del Ejército Rebelde.





Se alzó en la zona abrupta en dirección Cumanayagua-Manicaragua, se acantonó en Nuevo Mundo con más de 114 alzados siendo detenidos todos el 6 de octubre 1960.





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GRUPO DE HISTORIA DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA EN SANTA CLARA (ACRC)





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