Buscar este blog

viernes, 1 de junio de 2012

Pablo Rivalta Pérez

Pablo Rivalta Pérez


Santa Clara, 26 de septiembre de 1925 - Habana, 14 Junio 2005





El 26 de septiembre de 1925 nació en la calle San Pablo no. 61, entre Juan Bruno Zayas y Río, en Santa Clara, Pablo Rivalta Pérez, de condición humilde y negro, dos estigmas que en aquella sociedad invalidaban cualquier posibilidad de progreso.



No obstante, se destacó por sus dotes intelectuales, y con el esfuerzo propio y de la familia logró matricular en la Escuela Normal de Santa Clara.



Recién cumplidos los 17. Sobresalió como un buen estudiante y jugador de voleibol. Gozaba del cariño y el afecto de sus compañeros. Excelente bailador.



Electo presidente del Comité de Alumnos, formó parte también de la dirección de la Federación Nacional de Escuelas Normales. Inició su vida laboral como maestro sustituto de la Escuela Primaria Superior "D", de la calle Candelaria.



No hubo batalla política en aquellos años de gobierno auténtico en la que el joven maestro comunista no participara. Sobresalió en la gran movilización tabacalera contra la máquina torcedora, y su barrio Condado fue, tal vez, el más destacado del país.



Con el Golpe de Estado de Batista, el dirigente del magisterio participó en todo acto de protesta estudiantil contra el régimen dictatorial de Batista, estuvo junto a Osvaldo Herrera y Ramón Pando Ferrer en la organización de la Jura de la Constitución, en contra de los espurios estatutos y en los actos de protesta estudiantil por la expulsión de Osvaldo Herrera y el pleno de la Asociación de Estudiantes del Instituto por el homenaje al centenario de Martí. Hay una foto de los estudiantes expulsados frente al Instituto en 1953 en la que está Pablo junto a ellos.



Electo miembro de la Dirección Nacional de la Juventud Socialista, participó en 1955 en el V Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en Varsovia, capital polaca.



En representación de Cuba, trabajó como secretario de la Unión Internacional de Estudiantes (UIE) y viajó por varios países de América Latina. En México conoció a Fidel Castro, quien por entonces preparaba la futura expedición del yate Granma.



En 1957, El Partido Socialista Popular le confió una tarea de suma importancia. El Che necesitaba en la Sierra Maestra un maestro con determinadas condiciones personales para dar clases en la Escuela de Reclutas de Minas del Frío y se decidió que fuera él ese maestro.



Así el villaclareño pasó a formar parte del glorioso Ejército Rebelde a las órdenes directas del exigente jefe guerrillero. Se convirtió en soldado del Che.



Como maestro impartió clases de instrucción política a los bisoños reclutas que fueron llegando a la Escuela de Minas del Frío. El Che le encargó, además, la responsabilidad de seleccionar a la tropa que lo acompañaría en la invasión hacia Las Villas.



Pablo Rivalta, formó parte de la tropa que salió de El Jíbaro, el 31 de agosto de 1958. Designado jefe de uno de los pelotones de la vanguardia, ostentó primero el grado de primer teniente, y luego, por su comportamiento y valentía, ganó el de capitán.



Ya en Las Villas, el jefe invasor lo designó director de la Escuela Ñico López, de Caballete de Casas, y ante la inminencia de la toma de Santa Clara lo mandó buscar para que tuviera el honor de entrar a su ciudad natal, en particular, a su querido barrio Condado, y le planteó: «Tu gente dice que las condiciones subjetivas no están creadas —se refería el Che a la valoración que por entonces hacía el Partido Socialista Popular, del cual Pablo era un activo militante— y mañana vamos a tomar Santa Clara. Vas a entrar en el Condado y a saludar de mi parte a Chucha, tu mamá.»



Así el capitán Rivalta, el Niño, el hijo de Chucha, la santera más famosa del Condado, entró con 50 hombres a las humildes calles que le vieron crecer y, con el total apoyo del pueblo —que daba vítores a su conocidísimo e inesperado héroe—, rindió el combativo barrio.



Tras del 1º. de Enero de 1959, el capitán Rivalta Pérez ocupó diversos cargos dentro del Ejército. En 1965 el Comandante en Jefe lo designó embajador en Tanzania. Tuvo la sagrada tarea de preparar el arribo del Comandante Ernesto Guevara a ese país africano, en su tránsito hacia el Congo, donde protagonizó su epopeya guerrillera.



De nuevo en Cuba, se reintegró a las Fuerzas Armadas Revolucionarias y desempeñó diversas tareas.



Quiso la casualidad que su deceso, víctima de una prolongada enfermedad y próximo a cumplir sus 80 años, se produjera un 14 de junio, día del nacimiento de su querido jefe Ernesto Guevara, simbolismo mayor que une al villaclareño Pablo Rivalta Pérez a la epopeya revolucionaria del hombre cuyos restos reposan en la ciudad que lo viera nacer.





VILLACLARA

No hay comentarios:

Publicar un comentario