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viernes, 1 de junio de 2012

REPERCUSIÓN INTERNACIONAL de la OPERACION ANTIAEREA

La Operación Antiaérea abrió un nuevo capítulo en la evolución de la política de los Estados Unidos hacia Cuba, pues puso de manifiesto el poderío del movimiento revolucionario y antecedió el subsiguiente fracaso de la Ofensiva de Verano desatada por la Tiranía contra los territorios liberados en la provincia de Oriente



La Operación Antiaérea, de cuya audacia no puede caber la menor duda, puso en crisis toda la estrategia estadounidense con relación a Cuba y constituyó un fuerte golpe para la Dictadura.



Sin embargo, tampoco se pueden minimizar los riesgos que con ella se corrían. Al tomar bajo su custodia a 11 empleados estadounidenses de la Moa Bay Mining Company el 26 de junio, a 24 marinos pertenecientes a la dotación de la Base Naval de Guantánamo el 27 de junio, y a otros ciudadanos norteamericanos y canadienses el 30 de junio, hasta hacer un total de 49 individuos, las fuerzas del Segundo Frente Oriental Frank País pusieron al Gobierno norteamericano ante una clara disyuntiva: o se atenía a sus declaraciones públicas y aplicaba de forma estricta el "embargo" de armas anunciado o abandonaba toda pretensión de neutralidad y respaldaba abiertamente al gobierno de Batista.






Estudiantes cubanos en el National Business College en Roanoke, Virginia, en mayo de 1958  que denunciaron ante la prensa del  Roanoke World-News, que el pueblo de Cuba está siendo asesinado por la tiranía batistiana con las armas que le proporciona el gobierno norteamericano


Desde el punto de vista de la propaganda dentro de los Estados Unidos:

La operación puso al descubierto que el suministro de armas a la Dictadura no había cesado del todo, a pesar de la amplia cobertura que en ese sentido la prensa daba y que esos cohetes estaban siendo utilizados contra la población civil y habían causado numerosas víctimas inocentes— también tenía sus riesgos en el plano de las relaciones internacionales si le hubiera ocurrido algo a cualquier de los ciudadano extranjeros retenidos, aunque hubiera sido de manera accidental.



Desde el primer momento, el Departamento de Defensa y el Embajador norteamericano en La Habana intentaron escudarse en la Operación para propiciar una intervención militar de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos,



El Secretario de Estado se refería a las gestiones que estaba realizando el cónsul en Santiago de Cuba, Park Wollam, quien viajó a la Sierra Cristal en jeep, donde sostuvo una entrevista con el comandante Raúl Castro el 30 de Junio y negoció con él la recuperación del personal apresado. Aunque estas negociaciones eran oficiales, y no informales, como dijo Dulles, resultaba evidente que el Secretario de Estado no quería dar ninguna señal de reconocimiento formal al mando rebelde.



Según el recuento del historiador norteamericano Thomas G. Paterson, aunque Wollam fue el que desarrolló las negociaciones con la comandancia rebelde, también estuvo presente en algunas sesiones el oficial de la CIA Robert D. Wiecha, quien ostentaba el cargo de vicecónsul en la capital oriental.



Como Wollam al inicio tuvo problemas para comunicarse con la Embajada en La Habana desde el territorio liberado, en un viaje que hizo a la capital obtuvo permiso para llevar consigo a un radioperador de la CIA llamado Sam Boki, que fue autorizado por el comandante Raúl Castro para que utilizara su equipo con el propósito de facilitar los intercambios con el embajador Earl T. Smith.



Las demandas rebeldes eran:



1. Cese inmediato de todo embarque de armas.



2. Garantías completas de que la Base Naval de Guantánamo no sería usada para el suministro de armamentos y municiones.



3. Presencia de un observador con las fuerzas rebeldes para controlar el cumplimiento de lo estipulado en el Mutual Defense Asístanse Program (MDAP), o sea, Programa de Asistencia Mutua para la Defensa.



Entre tanto, un buen número de corresponsales de medios de prensa Estadounidenses había llegado hasta la Sierra Cristal por distintas vías. En el primer grupo arribaron Lee Hall y George Skaddings, de la revista Life, el freelancer* Andrew St. George, y Robert Taber y Wendell Hoffman, de la cadena CBS, a ellos se unió después Jules Dubois, editorialista de The Chicago Tribune. Aunque la reacción inicial de la prensa norteamericana a estos acontecimientos no fue favorable, según lo atestigua un editorial de The New York Times, escrito por Herbert Matthews el 30 de junio, la comprobación acerca del buen trato recibido por sus compatriotas que estos periodistas hicieron sobre el terreno ayudó a minimizar el impacto negativo que este tipo de noticias, como es natural, causa en todo país cuyos ciudadanos son secuestrados.


El 2 de Julio de 1958 un titular en la primera plana de la edición 212 del "The Miami Herald" sorprende a todos al declarar : LOS ESTADOS UNIDOS ADMITEN QUE LE HAN VENDIDO ROCKETS A BATISTA. LOS REBELDES MANTIEN EN SU PODER 50 REHENES.



A continuación en un bajante DULLES DICE QUE CASTRO QUIERE LA INTERVENCIÓN. El Secretario de Estado John Foster Dulles acusó el martes a los rebeldes cubanos de emprender una campaña de chantaje para obligarle a la intervención de los Estados Unidos en Cuba. El gobierno de USA declaró, que no pagará el chantaje por la liberación de los 50 americanos y no habrá ningúna intervención de Estados Unidos.



A continuación un reporte de Cecil Mann del Staff del periódico informa textualmente : "que una maestra de escuela de Cuba en la provincia de Oriente, dejó sus clases en la Universidad de Miami el martes en la tarde cuando conoció por amigos que su esposo había sido capturado por los rebeldes de Fidel Castro en su casa."



"-Muy hondo en mi corazón siento que él será bien tratado- dijo Mrs. Jesse J. Ford, cuyo marido fue uno de los cuatro hombres capturados el martes por una banda de rebeldes cubanos."



"-Él conoce a muchos de los hombres que están peleando con Castro. Muchos de ellos vivían cerca de nosotros antes de que todo esto empezara. Yo espero y rezo que ningún daño le sobre vendrá a él- ella dijo".



"Mrs. Ford llegó hace dos semanas para asistir a las sesiones de la Escuela de Verano en la Universidad. Ella es la única maestra en Guaro que enseña a los niños de habla inglesa, hijos de los empleados de la United Fruit Co. Su esposo es el superintendente con la United que supervisa la producción de 19,000 acres de caña de azúcar. Ford vino a Cuba procedente de Lakeview, SC".



"Los Fords tienen dos hijos Mary Ann de 15 años y Ray de 12 años, ambos están en su casa en Cuba.-Mis vecinos están cuidándolos, yo lo sé bien- dijo ella. Mrs. Ford se queda aquí en Miami con amigos en el 1619 SW 23rd. St"



El 3 de julio, a las 9:00 a.m., el Embajador Norteamericano Smith informó al Departamento de Estado la noticia que Wollam le había comunicado: todos los norteamericanos cautivos estaban en buen estado.



Ese mismo día 3 de julio, se informó en el Consejo de Seguridad Nacional, presidido por Eisenhower,: "de que las noticias de Cuba eran ‘mucho mejores’, y que los americanos capturados por las fuerzas rebeldes serían liberados por grupos gradualmente



Basado en los documentos oficiales norteamericanos, Thomas G. Paterson expresó que el único peligro que corrieron los rehenes fue el de ser muertos o heridos por la aviación batistiana, y aunque esta detuvo los bombardeos, mantuvo los peligrosos vuelos de reconocimiento sobre la zona, a pesar de las promesas en sentido contrario realizadas por el canciller Güell al embajador Smith.



El 3 de Julio de 1958 en su edición No. 213 "The Miami Herald" presenta su titular a toda plana "CASTRO LIBERA CINCO REHENES",y en un subtítulo "Otros 44 esperan ser liberados pronto" y en el centro de la primera plana una foto con el siguiente pie: "Un avión del ejército de Batista, en el aeropuerto de la Base Naval de Guantánamo, cargando bombas cedidas por el Gobierno de Estados Unidos para la dictadura. Esta foto nos llegó por conducto clandestino."



A mitad de la plana un reportaje "LOS INGENIEROS DISFRUTARON DEL CAUTIVERIO:" FUERON TRATADOS MAGNÍFICAMENTE E HICIERON AMISTADES"



"Guantánamo, Cuba. Los ingenieros mantenidos en cautiverio por los rebeldes cubanos desde el pasado jueves, aparecieron el miércoles con palabras de elogios para sus captores y el tratamiento que ellos recibieron en las junglas."



"Pero durante su estancia de casi una semana los rebeldes trataron de convencerlos de que las bombas hechas por los americanos fueron usados por el gobierno de Batista contra los rebeldes."



"Nosotros fuimos tratados magníficamente todo el tiempo e hicimos muchas amistades, dijo Henry Salmonson, de 46 años, de Portland, Oregon. La esposa de Salmoson, Billy Jean y sus tres hijos viven en Portland."



"Los rebeldes nos llevaron a nadar y nos llevaron en un recorrido turístico en un jeep por las áreas de las junglas donde estuvimos en una plantación de café ocultada desde el aire por el follaje de los árboles dijo Salmoson. Este es uno de los parajes más selvático en los que yo he estado."



"Los rebeldes armados entraron en nuestro Hotel en Moa a las 10.30 p.m., el jueves pasado y nos dijeron que teníamos que acompañarlos. A nosotros nos llevaron en un jeep hasta la plantación durante el siguiente día y medio."



"Nos dijeron que las bombas hechas en América estaban siendo usadas contra ellos por el Gobierno Cubano de Batista. Ellos nos mostraron lo que decían: con fragmentos de bombas y algunas casas de campesinos que habían bombardeadas y destruidas."



"Nosotros teníamos muy buena comida y suficiente, aunque toda era de la cocina cubana, y las camas vestidas con sábanas limpias."



"Edward Cannon, de 53 años, un canadiense de Cornwall, o­ntario, dijo que los rebeldes eran personas magnificas, el tiene su esposa Maria en Cornwall. Preguntado si el volvería a trabajar en Moa, Cannon dijo: -seguro, yo no temo nada de esas personas.-"



"Cannon añadió que varias veces en la plantaciòn, los cautivos vieron los aviones de la US NAVY y otros aviones aparentemente buscándolos a ellos. Tampoco ocurrieron bombardeos mientras ellos estuvieron en las plantaciones".



"Cannon dijo además que él cree que Raúl Castro, hermano del Líder rebelde Fidel Castro tiene 10,000 hombres o más escondidos en las montañas alrededor de Moa que se encuentra a 75 millas al noreste de Guantánamo."



"Salmoson, Cannon y Park Wollam, el Consul de Estados Unidos en Santiago, llegaron a la plantación a la 1.00 p.m. del sábado en jeep y participaron en la entrevista que sostuvieron Raúl Castro y Park Wollam durante siete horas con la presencia de los cautivos, ellos declinaron dar detalles de lo tratado allí."



"Cannon, Salmoson y Howard A. Roach de Watertown, N Y., que también fue liberado junto con ellos, trabaja para Sttebins Engineering and Mfg. Co. A ellos se les permitió enviar una carta a la compañía diciendo que estaban bien. Cannon dijo que Raúl Castro prometió que no habría más secuestros de extranjeros."



En todo momento prevaleció un buen clima entre "secuestradores" y "secuestrados", lo que incluyó una excelente alimentación y hasta la celebración del Día de la Independencia de los Estados Unidos (4 de julio) con un almuerzo preparado para la ocasión donde no faltó el puerco asado y luego un juego de béisbol..



A su regreso a la zona de operaciones, el 5 de julio, después de realizar un breve viaje a Santiago de Cuba, Wollam informó al mando rebelde que, tal y como había sido autorizado, el Gobierno norteamericano daba garantías de que cumpliría con las dos demandas iniciales:



1. Cese inmediato de todo embarque de armas.

2. Garantías completas de que la Base Naval de Guantánamo no sería usada para el suministro de armamentos y municiones, pues ello era la política establecida por los Estados Unidos.



El 7 de julio, a pesar de que las seguridades estadounidenses no eran del todo satisfactorias, el mando rebelde comunicó a Park Wollam y Robert D. Wiecha que se continuaría liberando a los cautivos. La presencia de corresponsales norteamericanos ofrecía una garantía mayor de que resultaría muy difícil para el Departamento de Estado —o para el embajador Smith y el Pentágono— incumplir con lo pactado. No obstante, el hecho de que la liberación se hiciera de manera paulatina propició que la Dictadura disminuyera durante ese breve período sus ataques aéreos. La evacuación progresiva de los cautivos, que se prolongó hasta el 18 de julio, sirvió de excusa para que en el ínterin Smith y sus aliados en el Departamento de Defensa abogaran en más de una ocasión por una intervención militar, a pesar de que esa opción había sido considerada como extremadamente azarosa por parte del vicesubsecretario de Estado



Wollam reportó desde la Base Naval de Guantánamo, el viernes 11 de julio, que todo estaba listo para iniciar la evacuación del personal de forma paulatina, a partir del domingo 13.



El 12 de julio, los partidarios de una intervención militar en el Pentágono volvieron a la carga por última vez, en esta ocasión, por medio de un memorándum del general Robert A. Breitweiser, subdirector de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto, dirigido al director del Estado Mayor Conjunto, teniente general Oliver S. Picher. En él se afirmaba que los Estados Unidos estaban perdiendo prestigio en todo el mundo (el mismo argumento del almirante Burke), y se terminaba diciendo: "estamos convencidos de que, con una buena preparación política y psicológica y el empleo de fuerzas adecuadas, una acción militar para rescatar a los cautivos americanos, aunque impopular, podría en realidad aumentar el prestigio de los Estados Unidos. Sin embargo, creemos que el problema militar en sí mismo es difícil, y un error de cálculo importante en la preparación política y psicológica podría hacer que la operación fuera contraproducente".



La tiranía de Batista perdió mucho con la crisis, pues quedó como un espectador, mientras los funcionarios de los Estados Unidos entraban y salían del territorio rebelde.



Demostró que el Gobierno de Batista no podía proteger a los extranjeros. Ni tenía otra opción que la de permitir a los Estados Unidos negociar directamente con el Ejército Rebelde.



Llamó la atención sobre las entregas de armamento de los Estados Unidos al gobierno de Batista, mostrando sus falsas pretensiones de neutralidad y forzó a Washington a suspender la entrega de los aviones T-28.



Los funcionarios estadounidenses durante la crisis, se vieron obligados a negociar con el Ejército Rebelde que estaba luchando por el derrocamiento de un Gobierno que los Estados Unidos respaldaban y apoyaban, así mismo tuvieron que aceptar el cronograma rebelde para la liberación de los rehenes y dejar a un lado una respuesta militar.



La operación anti-aérea se desarrolló desde el 27 de Junio con la toma de los primeros rehenes, y ya el 30 de Junio se iniciaron las entrevistas entre el Comandante Raúl Castro y el consul americano en Santiago de Cuba, el 3 de Julio fueron liberados los primeros rehenes y el 18 de Julio concluyó con la liberación de los últimos rehenes, toda la operación duró menos de un mes y se lograron todos los objetivos propuestos.



En resumen esa fue la primera gran victoria política en la arena internacional del glorioso Ejército Rebelde, de la cual en próximo mes de Julio se cumplen 53 años.





TOMADO DE: "LA ETICA DE LA REVOLUCIÓN CUBANA CON RELACIÓN A LOS REHENES." Por Raúl Sarmiento Carreras. Publicado en Kaos en la Red 2008, en ocasión del 50 Aniversario.

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